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Los tesoros del MARQ vuelven a casa tras la cuarentena

Los cajas procedentes de Irán con las 283 piezas llegaron el pasado 22 de julio, pero hasta ayer no se abrieron para cumplir con todos los protocolos

Las 283 piezas de 'Alicante Tesoros del MARQ' vuelven de Teherán

Las 283 piezas de 'Alicante Tesoros del MARQ' vuelven de Teherán

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Las 283 piezas de 'Alicante Tesoros del MARQ' vuelven de Teherán Cristina Martínez

Los museos también han tenido que rendirse a la cuarentena para poder recuperar las piezas que se encontraban en otros centros y para devolver las que se exhibían en sus salas como préstamos. El MARQ ha sido uno de ellos, ya que el confinamiento por la pandemia dejó la exposición Alicante. Tesoros del MARQ en el Museo Nacional de Irán. Aunque la muestra finalizaba en abril, en el último mes el cierre obligado de este espacio mantuvo las salas sin visitas, pero también sin que esta colección pudiera volver a Alicante, como preveía el acuerdo firmado entre ambos museos que tuvieron que ampliarlo hasta finales de junio.

El pasado día 22, las 238 piezas volvieron a casa, después de un largo trayecto que comenzó el 16 de julio, aunque no fue hasta ayer cuando se abrieron algunas de las seis cajas. El camino fue primero en avión desde Teherán hasta Amsterdam y, desde allí, fueron trasladadas hasta Alicante en un camión. Sin embargo, la vuelta no ha podido seguir los procedimientos habituales. «Esto es un caso excepcional», apunta Manuel Olcina, director del MARQ, en referencia a las medidas que se han tenido que aplicar, tanto para el desplazamiento de las piezas como para la apertura de las cajas. «Cuando se descargaron las cajas el día 22, se aplicó un protocolo muy estricto y solo fueron manipuladas por la empresa de transporte», afirma.

Después se depositaron en los pasillos y fueron desinfectadas sin tocar las cajas con un sistema de pulverización, tal como recomienda el Ministerio de Cultura. Así permanecieron hasta ayer. «Según los informes, el virus puede estar en activo en la madera entre uno y dos días, pero las dejamos hasta el lunes en cuarentena, aisladas, sin que nadie las tocara por lo que no hay ya riesgo alguno». Olcina destaca además que las piezas en sí llevan embaladas desde el día 8 de julio en las cajas, tras realizarse el desmontaje con el control de los arqueólogos de MARQ de forma virtual por primera vez en la historia, «por lo que cualquier riesgo procedente de Irán ya no existe».

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Las piezas del MARQ vuelven de Irán

La apertura de las primeras cajas contó con la participación de restauradores y técnicos del museo, y con la presencia de la vicepresidenta y diputada de Cultura, Julia Parra, que estuvo presente en parte del proceso. «Concluye así con éxito una operación que se ha ralentizado con motivo del covid-19, retrasando dos meses la llegada de las piezas a Alicante, pero por fin volvemos a poder disfrutar de nuestro patrimonio», destaca.

De esta forma, a lo largo de la mañana de ayer, parte de las piezas fueron sacadas y revisadas por los restauradores. «Si están bien se hace el acta de recepción y ya está, y si hay algún deterioro pues se notifica tanto al Museo Nacional de Irán como a la aseguradora», comenta el director técnico del MARQ. Una vez vistas todas, tarea que se espera terminar mañana, se volverán a colocar en su lugar original. La mitad de ellas volverán a la exposición permanente y la otra mitad se colocarán en las vitrinas de los almacenes.

Para Julia Parra, en este proyecto ha sido fundamental la colaboración de las autoridades y del equipo de arqueólogos del Museo Nacional de Irán, a los que agradece su trabajo «por ayudarnos, en estos momentos difíciles, facilitando el regreso de la colección y por haber contribuido a que la exposición haya sido un éxito en Irán». En este sentido, quiso reconocer también «la labor desarrollada por el equipo del MARQ para hacer posible que el Museo Nacional de Irán acogiera su primera exposición española».

Futuro incierto

Manuel Olcina cree que de esta forma «volvemos a la normalidad», aunque «ya veremos qué pasa en el futuro, porque todo esto nos obliga a replantearnos muchas cosas». En este sentido, destaca que el coronavirus «nos ha obligado a cambiar toda nuestra vida y a eso el museo no es ajeno. Todo lo que antes se podía tocar ahora ya no, se intentaba que pudieras experimentar con todos los sentidos, pero ahora ya no, el tacto no lo puedes utilizar. Eso de prohibido no tocar, que era un lema que los museos nuevos habían implantado, ahora ya no sirve y volvemos al prohibido tocar».

En su opinión, lo virtual está en auge y las retransmisiones en streaming, «aunque nunca podrán sustituir a la experiencia real, nos abren muchas puertas». «Hace 20 años, si las piezas de Irán no hubieran podido volver, no sé qué habríamos hechos, o te fías y te lo traes sin verlo o tienes que prorrogar y que se lo queden mucho tiempo más. Ahora al menos hay un medio que no sustituye cien por cien la inspección presencial, pero permite hacerlo de alguna manera».

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