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Solo uno de cada 10 promotores musicales cree que sobrevivirá a las crisis del covid-19

Un informe de Musicaprocv cifra en 54,16 millones las pérdidas por la cancelación de 10.695 conciertos este año en la Comunidad Valenciana

Imagen del Low Festival de Benidorm el pasado año. david revenga

La Generalitat publicó el sábado la resolución sobre las medidas de prevención frente al covid-19 en la restauración, el turismo, la educación, el deporte, el comercio y la cultura. Para conciertos o festivales al aire libre, la Conselleria de Sanidad establece aforos del 75 %, separación de metro y medio entre los asistentes (que además tendrán que estar identificados), restricción de movimientos, uso obligatorio de mascarillas, desinfección... Medidas necesarias para controlar la pandemia, pero que ponen en peligro la música en directo.

Así lo cree l'Associació de Promotors Musicals de la Comunitat Valenciana (Musicaprocv), el colectivo profesional que representa a más de 20 empresas vinculadas a la industria de la música en vivo. La asociación ha realizado un estudio sobre el impacto de la crisis sanitaria en la promoción y producción de conciertos y las conclusiones no pueden ser más desalentadoras. Entre otras, el estudio señala que solo el 10% de las empresas promotoras valencianas cree que podrá mantener su actividad más de seis meses con las actuales medidas de reapertura de espacios y reestructuración de aforos.

¿Estamos ante el fin de un sector, el de la música en directo, que estima que solo en la Comunitat Valenciana perderá este año 54,16 millones de euros por la cancelación y aplazamiento de los conciertos? «Si no hay una solución rápida, sanitaria o política, esto se acaba en diciembre -asegura Luis Óscar García Soriano, presidente de Musicaprocv-. Hasta final de año aguantaremos el 80%, pero si estamos igual a principios de 2021 los empresarios y los trabajadores tendremos que ir pensado en cambiar de sector».

Alentar la llegada de una vacuna no está en manos de los promotores, pero reclamar «un rescate» sí. «No se trata de dar millones como se dieron a los bancos en 2008 -explica García Soriano-, se trata de ayudarnos a pasar este stand by hasta que la música pueda volver con garantías».

Musicaprocv lamenta haberse quedado fuera del plan de ayudas a la música en directo de la Conselleria de Cultura que incluye la contratación de artistas y salas. «Nos dicen que por la Ley de Contratos es la conselleria la que tiene que actuar de promotora. Les hemos dado unas cuantas soluciones, pero no han cuajado».

Discriminación en los aforos

Respecto a las medidas de prevención en los conciertos, los empresarios de la música en vivo también se sienten discriminados. «En el transporte los aforos son del 100%, y en los restaurantes del 75% pero sin distancia entre las personas», indica García Soriano. «A nosotros nos obligan al 75% del aforo, pero es mentira, porque también nos obligan a que el público mantenga metro y medio de distancia con lo que donde antes poníamos a 18 personas ahora solo cabe una. Y así no salen los números».

Teniendo en cuenta las cifras de años anteriores y las previsiones que había para este, el estudio de Musicaprocv calcula que desde el inicio del estado de alarma hasta el 31 de mayo (el fin de la temporada media) la música en directo ha sufrido pérdidas en su facturación de 8,66 millones de euros. Para la temporada alta -en la que estaríamos si no fuera por la covid-19 y que termina el 15 de septiembre-, las pérdidas se estiman en 45,5 millones.

La mayor parte de estas pérdidas las han sufrido la veintena de festivales que se han ido cancelando, el Low Festival de Benidorm, el Spring Festival, el Rabolagartija y Leyendas de Rock de Villena, entre otros. Según Musicaprocv, los organizadores de los festivales sufrirán en 2020 más de 33 millones de euros de pérdidas (el 60% del total).

De las pérdidas por 54,16 millones en la música en directo en la Comunitat Valenciana, el 83% (38 millones) las sufren los promotores. Pero no son los únicos. El estudio de Musicaprocv estima un impacto indirecto -en empresas que se benefician de la celebración de conciertos, como el turismo, la restauración, el transporte, etcétera- de 10,83 millones por la crisis del covid-19. En cuanto al impacto inducido (el asociado a la reinversión de los salarios ganados gracias a la industria musical), las pérdidas se estiman en 8,12 millones.

Aproximadamente el 70% de los trabajadores y el 42% de las empresas del sector de la música en directo de la Comunitat Valenciana se han visto afectadas por un ERTE.

Por otra parte, el 58% de las empresas consideran que desde el inicio del estado de alarma hasta el 15 de septiembre su facturación disminuirá más del 75%. Musicaprocv señala que para este periodo se habían programado en la Comunitat 10.695 conciertos. «Estos conciertos están en proceso de cancelación o aplazamiento. Esto implica una alta incertidumbre en el sector, ya que no se sabe cuándo se podrá reprogramar».

Esta incertidumbre, «las medidas altamente restrictivas y la imposibilidad de programar y planificar eventos, además de la falta de confianza del público, son factores muy negativos y que ponen en peligro a nuestro sector», concluyen desde este colectivo.

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