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La no película de Niño de Elche

Marc Sempere y Leire Apellaniz dirigen un documental sobre el artista ilicitano, que «no sé si es sobre mí o conmigo»

Niño de Elche, en una imagen de archivo. EFE

«No es una biografía porque no es tanto contar por dónde he transitado como con quién he transitado». Lo dijo ayer Niño de Elche (Paco Contreras), porque rodar un documental sobre su figura resulta, como su propia personalidad y trayectoria, algo inusitado, irreverente (depende para quién) y premeditadamente heterodoxo, fuera de los cánones y los límites establecidos. Desde la política, al arte, pasando por las creencias religiosas. Pero Marc Sempere Moya y Leire Apellaniz se lo han propuesto y ayer se presentó en Madrid el proyecto Niño de Elche, con el rodaje de la performance Ensayo de fe, creada por Ernesto Artillo, con el cante del artista ilicitano, que formará parte de la película.

«No sé si es sobre mí o conmigo», aseguraba ayer. «Para mí esta película es como la mayoría de proyectos en los que me sumerjo; tiene ese cometido de cambiarte la realidad, por eso es muy importante que haya participado gente que ha sido culpable de esos cambios».

Para Marc Sempere Moya esta aventura comenzó hace cinco años, después de ver una actuación de Niño de Elche cuando aún no era conocido. Algo le movió por dentro, hablaron y desde entonces fue grabando escenas, momentos y proyectos que ahora formarán parte de esta película. «Paco encima del escenario es un shock y me pregunté quién es este ser y de dónde nace. Y el documental sale de esas dos preguntas».

Para Sempere, que aborda su segundo proyecto como director, una figura como la de Niño de Elche no se puede recoger en una película al uso, porque «la forma y el contenido tienen que ser coherentes con su obra y su vida, la de un autor iconoclasta que rehuye de las identidades». Por eso, es una película «muy necesaria», que va a hablar «de la libertad».

El relato se realiza «a través de la gente que lo compone, sería como hacer una biografía coral. Por eso hemos hecho un recorrido por las personas que rodean a Paco, pero no hablarán de él, lo que hemos grabado es en presente y se muestran a sí mismas. Nuestro principio es mostrar mas que decir».

Sempere cree que la separación entre lo personal y lo artístico en su caso «no existe, todo es lo mismo, vive en una entrega total a su obra». De ahí que se hayan rodado improvisaciones del artista en plano secuencia y también que ayer se grabara la performance de Artillo.

El rodaje se ha realizado en tres semanas, desde el 1 de julio hasta estos días. «Vamos a intentar hacerlo con este material, pero llevo cinco años en este proyecto y tengo muchas grabaciones y cosas que tienen un valor emocional y artístico muy alto, por lo que parte de eso se incluirá».

La película, que una vez acabada entrará en el circuito de festivales, «no la estamos pensando en términos narrativos sino más bien en términos de emoción y de sensación, tiene un perfil poético y por eso cada espectador, cuando acabe de verla, tendrá que componer su propio relato de Niño de Elche, su particular interpretación».

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