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Vicent Marzà: «Hay que invertir más en cultura, la gente disfruta y el sector tiene trabajo»

Conseller de Educación, Cultura y Deporte. El área que dirige el conseller Vicent Marzà (Castelló, 1983) es una de las más afectadas por el confinamiento y su crisis posterior

El conseller Vicent Marzà. fernando bustamante

Es casi la hora de comer del viernes. Vicent Marzà llega a su despacho de la reunión del Consell y no aparenta el cansancio del fin de una semana. El confinamiento ha sido severo para todos, pero para los gobernantes fue un máster intensivo. Después de casi cinco años en el cargo y cuatro meses de crisis pandémica, el conseller también domina los temas de Cultura y se encuentra más seguro hablando de arte, música, política y fútbol. Incluso no oculta sus emociones cuando evoca los días que ha estado sin ir a Castelló, su casa. La actividad cultural retorna y Marzà siempre habla en la primera persona del plural.

«Trabajamos para que el día que podamos volver sea una explosión de cultura», me dijo el 5 de abril, en pleno estado de emergencia por el coronavirus

La campaña «Oh! La cultura» es esa explosión en la que estábamos trabajando. Toda una bienvenida cultural en las tres grandes capitales pero también en todas las comarcas. Conciertos, danza, circos y teatro de calle.

¿El plan «reaCtivem» es «Oh! La cultura».

La primera parte del «reaCtivem» era reactivar las ayudas al sector y aumentar el presupuesto. Ahora que ya podemos volver a la actividad, «Oh! La cultura» es la bienvenida que forma parte del «reaCtivem».

¿Actividades solo para el verano?

Verano y con continuidad dentro del «reaCtivem» en septiembre con el alquiler de salas de artes escénicas y de música. Acabamos de sacar las ayudas y hemos cambiando la manera de como las damos para que tengan más impacto en el sector. Por tanto es un plan a corto, medio y largo plazo. Es un cambio de paradigma. Ante una situación de crisis, consideramos que la cultura es un bien esencial, por eso se tiene que invertir más en cultura y programar más actividad para que la gente disfrute y el sector tenga trabajo.

¿Esas actividades están pensadas más para el sector o en el público?

Sin el sector el público no podrá disfrutar de espectáculos de calidad, de acceso a la cultura, que para nosotros es un derecho básico. Y si el sector no tiene actividad no pueden tener trabajo. Dirigimos la mirada a los dos a la vez.

Con todos los aforos limitados al 75%, ¿no?

Mientras la pandemia esté en los actuales índices es un criterio sanitario. Cultura de la Generalitat hará toda la actividad que pueda en las condiciones de seguridad y salud que nos determine Sanitat.

¿Teme un efecto «cabaña» en el público?

Puede que a la gente le cueste al principio, pero garantizamos esas condiciones para animarlos para que vuelvan a disfrutar de la cultura. Lo ha hecho durante el confinamiento con una cultura no presencial, pero la cultura en vivo tiene un elemento de interpelación que es necesario para regresar a los escenarios, a las plazas y a los muesos.

El confinamiento nos ha hecho más digitales. ¿La cultura virtual ha venido para quedarse?

Sí, pero combinará. Pensamos en los dos sentidos y por eso el Centre del Carme ha lanzado una iniciativa para subvencionar creación cultural digitalizada para que llegue de otra manera. Ahora convivirán más, en un doble plano, porque la interacción de la presencialidad no la sustituirá.

La cultura necesita presencia, sostienen todos los expertos.

Las obras de arte sin la interacción del público pierden parte de su sentido. Por eso queremos valorar la cultura en vivo, para que haga reflexionar en el espacio donde están.

En estos meses de dialogo que ha mantenido con todos los sectores, ¿le han impresionado el precariado de los profesionales culturales?

Eramos conscientes de esa situación, por eso en estos años de gobierno del Botànic hemos duplicado el presupuesto, pero es cierto que se han visto las debilidades del propio sector cultural, porque muchos profesionales se han descolgado en una situación como esta, sin tener acceso a subsidios pese a ser cotizantes. Eso es un déficit estructural. No puede ser que no hayan especificidades normativas para el sector que llevamos reclamando desde hace tiempo.

Una reivindicación antigua que nunca se ha concretado.

La pandemia ha visibilizado más el problema. Se necesita la contratación diferenciada, un marco laboral específico para la cultura, para que no nos vuelva a pasar lo mismo. Con el Ministerio conseguimos revertir algo, pero todavía está sin cubrir toda la necesidad, como un Estatuto del Artista, una nueva regulación a nivel laboral...

El 0% de IVA cultural...

La cultura es un bien esencial, y actuamos en consecuencia, hay que reorganizar para que tenga más recursos y facilitar el consumo de la ciudadanía.

Después de años discutiendo sobre cultura pública o privada, ahora todos miran a las administraciones.

El sector público debe ser el tractor porque cuando vienen mal dadas se debe hacer una mirada conjunta pero sin perder de vista que se avanza desde lo público.

Nos hemos quedado sin festivales

Esta misma semana, en la Casa Mediterráneo de Alicante hacemos un concierto aunque no puedo ir, pero es necesario que haya música en vivo. Hemos trabajado con Sanitat un protocolo específico para organizar conciertos con seguridad.

Toda la gestión de su conselleria depende de la evolución del coronavirus. ¿Enganchado a las previsiones de la pandemia?

Devoramos toda la información.

Pues como sabe todos los pronósticos apuntan a un otoño pandémico.

Todo lo que planificamos lo preparamos con los diferentes escenarios que pueden llegar. Es más trabajo pero es nuestra obligación. Estamos en permanente contacto con la conselleria de Sanitat y con los ministerios de Sanidad, Educación y Cultura para coordinarnos.

O sea, ¿nos cogerá desprevenidos?

Seguro que no, porque hemos aprendido. Todo lo que hacemos está pensado para garantizar esa trazabilidad, para que en caso de desescalar en negativo lo podamos hacer de manera más organizada para que Sanitat encapsule los posibles casos.

¿De qué decisión se siente más satisfecho?

Hemos escuchado a todos los sectores y todas su demandas sin perder la mirada larga. Podíamos haber cometido errores de inmediatez, pero una de las mejores cosas que hicimos fue recomendar a todos los alcaldes que no suspendieran sus actividades culturales, que las aplazaran, que reprogramaran, que volvieran a invertir en cultura, que no destinarán el presupuesto de cultura a otras cuestiones, porque en caso contrario este trimestre, cuando empieza la actividad cultural no hubiéramos tenido esos recursos.

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