Hablar con Luis Francisco Esplá es asistir a un recital de cultura sin límite. Claridad en sus palabras, franqueza y mucha sabiduría. Siempre torero. Tiene claro que le pondría las banderillas al Gobierno por su «falta de respeto» a todo el mundo que rodea a los toros y que ha convertido el sector en uno de los más dañados por la crisis. No dudó en leer el manifiesto la pasada semana en Alicante para defender los derechos de la tauromaquia en una concentración con más de mil personas. Asegura que nunca se le ha pasado por la cabeza volver a vestirse de luces y tiene claro que «nadie» conseguirá acabar con la fiesta taurina.
¿Cómo ha llevado el confinamiento
La verdad que bien, es indecente que lo diga pero para mí han sido unas vacaciones. El disponer de un espacio amplio ha sido importante, pero soy muy consciente de que para mucha gente ha sido un calvario. He podido convivir con mi familia a diario. Es una situación en la que aparecen más vínculos y estamos más unidos. Es algo parecido al escenario de los refugiados de una guerra.
¿Qué sintió en fechas de Hogueras
Un vacío tremendo y además en unas fechas como las Hogueras, pero el problema va más allá de lo que es el mundo de los toros. Toda la sociedad se ha conmovido a todos los niveles, ha sido algo muy grave.
El sector taurino se ha visto especialmente dañado por el coronavirus
Totalmente, pero aparte de los toreros los que más daño están sufriendo son los ganaderos y los rejoneadores. La ruina es absoluta. Hay toros que se pueden valorar en 30.000 euros para las corridas y ahora se tienen que vender por su precio en carne, unos 500 euros. Los toros se convierten en un producto perecedero y los ganadores no pueden sostener los gastos que conlleva, se necesita mucha mano de obra, es una rueda imparable. Los ganaderos están abocados a la ruina si no cambia la situación. La estructura es carísima, para unos 300 animales se necesitan unas 15 ó 20 personas para moverlos. Supone una gran parafernalia.
Más de un millar de personas en la concentración de Alicante en la Plaza de Toros
Respeto. Que asistan al toreo igual que al resto de gremios como el turismo o la hostelería. Necesitamos que flexibilicen las condiciones para poner en marcha otra vez el mundo taurino. Tienen que abrir la mano, parece que estén interesados en que no se mueva. Es una actitud de indolencia fingida por parte del Gobierno.
En la Comunidad Valenciana el aforo máximo es de 800 personas con la nueva normalidad...
Eso es inviable totalmente. No se puede ni plantear. Un corrida de toros tiene de gastos unos 120.000 euros. Los toros son un espectáculo muy caro que no está subvencionado. El toreo ha podido siempre milagrosamente autogestionarse económicamente. Aunque los toreros toreasen gratis seguiría siendo inviable.
¿Cómo ve el futuro?
Esto es una crisis que afecta a todos los sectores, sobre todo los de temporada. Las economías de otras industrias se van contagiando porque va todo en cadena. Lo que tengo claro es que nos repondremos, el toreo no está agonizando y goza de buena salud. Yo pienso que el futuro de la tauromaquia no está comprometido.
¿Fin de la temporada?
Yo creo que sí. El toreo es un espectáculo que necesita de esplendor, como la ópera. No parece el momento ahora de ir con pegotes. Habrá que esperar.
Lo que parece claro es que Alicante quiere toros.
Así se demostró en la manifestación. Fueron un millar de personas pero hubo muchísima gente que no fue para no correr riesgos. Es una muestra de que el toreo importa y mucho. Además tiene una repercusión económica enorme. Cuando quisieron hace unos años no renovar al empresario de la Plaza de Toros los primeros que salieron a defendernos fueron los representantes de la hostelería, que veían que podían perder muchos clientes. La gente que suele ir a los toros suele tener un nivel adquisitivo alto.
¿Cómo ve la crisis?
Es muy preocupante. El turismo, la hostelería... El problema es muy grande, no solo el sector taurino. El gran drama es el desempleo que se va a generar porque no salen los números con la disminución de los aforos. Es una gran tragedia tanto para el empresario como para el trabajador, ambos se ven afectados. En el turismo el problema también es muy serio, no se le puede tratar a la gente como borregos.
¿Qué grado de responsabilidad observa en la gente?
Veo mucha irresponsabilidad en la gente, principalmente de los jóvenes. No saben que con su conducta pueden matar porque el bicho sigue ahí. Los chavales deben entender que llevan la muerte en su bolsillo si no toman medidas como distanciamiento o ponerse mascarillas.
¿Se le ha pasado alguna vez por la cabeza volver al ruedo?
En esta vida hay que ser serios. El toreo es vitalidad, un torero en una plaza debe estar exultante...
