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Punto y aparte

El arte entra en desescalada

Los museos de la provincia vuelven a recibir a visitantes con amplias medidas higiénicas y con restricciones de aforo

Algunas medidas de seguridad en el IVAM-CADA de Alcoy. juani ruz

Han vuelto a abrir sus puertas y se enfrentan a una pregunta clave: ¿volverán a llenarse las salas de arte de visitantes tras la pandemia? La crisis sanitaria del coronavirus obligó a los museos de la provincia a colgar el cartel de «cerrado» prácticamente sin fecha de vuelta. Sin embargo, con la fase 1 de la desescalada en marcha, muchos de ellos decidieron que querían volver a recibir a amantes de la cultura aunque la duda de si era buena idea les rondaba por la cabeza. El resultado de los primeros días ha sido positivo, todo a pesar de que han tenido que introducir medidas sanitarias que les obligan a restringir aforos y reforzar la limpieza.

En la provincia, y coincidiendo con el Día de los Museos, el IVAM-CADA de Alcoy; Vilamuseu en La Vila Joiosa; o el Museo Dámaso Navarro en Petrel junto a los que hay en Orihuela (el Museo Municipal del Belén, el Museo Arqueológico Comarcal, el Museo de la Muralla, el Museo Sorzano de Tejada de la Fundación Pedrera, la Casa Natal de Miguel Hernández, el Museo de la Reconquista y la Casa Museo Miguel Hernández) han empezado a recibir visitantes mientras que otros como el MARQ de Alicante, Boca del Calvari en Benidorm, el del Aceite o Ferrocarril de San Vicente o el del Juguete de Ibi permanecerán cerrados por ahora hasta que avance la desescalada.

Entrar ahora a un museo es muy diferente a hace dos meses, aunque la sensación cuando se contempla el arte en las salas es la misma. Las medidas sanitarias se han impuesto de manera obligatoria pero no ha hecho que se pierda la esencia de los mismos. Ahora es necesario llevar mascarilla; cuadros, estatuas y objetos conviven con botes de geles hidroalcohólicos ;y flechas y carteles marcan las direcciones a seguir. No hay nada que se pueda tocar y los grupos de visita son muy reducidos, con un tercio del aforo en la mayoría, y se han cambiado también horarios y espacios.

Antonio Espinosa, director de Vilamuseu, explicó a este diario que «hemos estado dos semanas preparándonos» y, además de comprobar todas las normas para la reapertura también se han puesto en contacto con otros museos del mundo para tomar ideas. Su caso es particular. El museo vilero es uno de los más accesibles del mundo, así que no tocar los objetos supone que muchos de sus usuarios no podrán disfrutar de su arte, como es el caso de las personas con dificultad de visión. Una cuestión que ya han planteado que se cambie. En su caso, mantener la distancia de seguridad es «más fácil» porque el edificio ya nació como un espacio accesible en el que las salas y los accesos se abren en amplias superficies. Para él, la vuelta a los museos ha cambiado la forma de trabajar y, sobre todo, conlleva una mayor organización diaria para garantizar la seguridad de los visitantes. «Nos va a tocar a todos hacer cosas que más tarde hubieran llegado como no utilizar dinero», añadió. Vilamuseu abrirá gratuitamente mayo y junio mientras habilitan aspectos como ese pago digital.

El museo vilero ha decidido abrir unos días por la mañana y otros por la tarde, mientra que otros de la provincia lo hacen por la mañana solo. «Hemos acoplado el horario a las horas de paseo marcadas» y también «a nuestros horarios de limpieza», añadió Espinosa quien indicó que «tenemos que limpiar a cada momento». Los museos han colocado también pantallas de protección a las entradas y solo se pueden usar unos servicios o han inhabilitado las taquillas.

En los primeros días de reapertura, el flujo de visitantes ha sido desigual. En el caso de La Vila, el primer día no entró nadie pero el siguiente sí hubo más visitantes. Espinosa explicó que «tenemos ahora una tarea de información por delante». En el caso de los museos de Orihuela, algunos no han recibido aún visitas mientras que la Casa de Miguel Hernández ya ha sido vista por varios vecinos. En Alcoy, también hubo usuarios que se animaron el primer día.

Con todo, los museos han comenzado «nuestra propia desescalada» y ahora comenzarán a plantear «qué oferta queremos ofrecer», indicó Espinosa. Para empezar, en Vilamuseu seguirán la dinámica que han tenido durante la cuarentena: mostrar piezas que no se conocen cada semana y explicarlas. Mientras, todos piensan ya en la fase 2 y cómo gestionar en el futuro las visitas para ver arte.

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