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¿Qué va a pasar con los festivales de música?

Los promotores mantienen aún citas como el Low, Leyendas, Rabolagartija o Emdiv bajo la sombra de la cancelación hasta que el Gobierno decida qué hacer con los conciertos multitudinarios que se celebran en verano

Imagen del Low Festival, que habitualmente se celebra a finales de julio en Benidorm, en la edición del pasado verano. david revenga

En el festival Sin City celebrado en el Fun West de El Campello, el pasado 15 de febrero, al promotor Alejandro Tévar (Santa Leonor) le llamó la atención una joven entre el público con mascarilla. Nadie entonces imaginó que esta gota en el océano haría tambalear a un sector, el de los festivales de música, que genera anualmente en España un impacto económico superior a los 500 millones de euros y da trabajo directo a más de 45.000 personas.

Ante la desescalada anunciada por el Gobierno, que se prolongará hasta finales de junio y que dejó fuera a estas citas multitudinarias que se celebran en verano y con más de 800 personas de aforo, los grandes festivales de la provincia mantienen por ahora sus fechas a la espera de que el Gobierno concrete medidas para ellos, aunque ven una más que probable cancelación de estos eventos.

«Aquí quien cancela, paga. Y nosotros no podemos cancelar nada unilateralmente hasta que no tengamos una orden que nos lo indique por motivos de fuerza mayor, como pasa en otros países. El Gobierno se marca unos plazos pequeños y a día de hoy nadie nos ha dicho que no podamos celebrar el festival y seguimos trabajando en el Low de 2020 y en el de 2021. Low habrá, aunque se palpa que este año será complicado, pero no sabemos qué pasará dentro de un mes, igual podemos ajustar el aforo», indica José Manuel Piñero, codirector del mayor festival de la provincia, pendiente de celebrarse del 31 de julio al 2 de agosto. El Low mueve en tres días a 80.000 personas, moviliza a un millar de trabajadores, requiere una inversión de más de 3 millones de euros al año y genera un impacto económico de casi 15 millones en la zona. Los promotores del Low (Producciones Baltimore) lo son también del Spring en Elche (1 millón de euros y 25.000 asistentes), que de mayo se ha pasado a final de octubre, y del Fuzville en Benidorm (100.000 euros y un millar de asistentes), que se canceló el pasado marzo.

Tras ellos, Leyendas del Rock y Rabolagartija de Villena -del 6 al 8 y del 13 al 15 de agosto- requieren 2 millones de euros y reúnen a 12.000 y 18.000 personas cada día; Aspesuena o Emdiv en Elda, cuentan con 3.500 personas y presupuestos más bajos. Todos se mantienen en el calendario a la espera de próximos anuncios.

«En Alemania ya han dicho que no habrá festivales hasta el 31 de agosto, aquí esa orden no ha llegado y seguimos trabajando. Lo suyo es trasladarlo al año que viene, que las entradas sirvan y que el reembolso no estrangule a la organización» -que el sector estima en 18 meses de plazo- indica Carlos Prats (Run to the Hills) desde los festivales villeneros. «La gente volverá a los festivales con muchas ganas pero lo primero es la salud. Ahora está todo en el aire y luego habrá que evaluar el impacto de la crisis, que será brutal y provocará agujeros en muchos autónomos que trabajan en estos festivales, que les ha tocado en plena temporada», apunta.

Diego Cruz, promotor de Emdiv en Elda, previsto el 27 de junio, indica que hay gastos previos en un año de trabajo que ya se han perdido, «menos de un 10%, pero nosotros pedimos un préstamo para poder organizarlo», aunque cree que «el miedo es si el año que viene la gente estará animada para festivales, si los ayuntamientos se implicarán, o si habrá ayudas. Te deja tocado perder un año de trabajo, si se cancela».

Piñero estima que una cancelación del Low puede suponer una pérdida de un 20% de lo invertido, «pero qué sector no está perdiendo dinero; no me gusta quejarme» y está convencido de que se arbitrarán ayudas «porque somos un producto transversal y turístico» y apunta que la Generalitat sí estudia apoyos al sector, «que está muy profesionalizado y no tiene por qué peligrar».

Si para el Spring «el horizonte se abre porque hablamos de final de octubre», Santa Leonor, detrás de Atiende Alicante, Sonidos Globales, Plataforma o M Festival, sí ve «más esperanzador» el formato pequeño en la desescalada. «Igual se abre un poco la mano y si ahora es un tercio de aforo puede ir ampliándose de septiembre a diciembre», augura Tévar.

El sector cultural se prepara para la desescalada con muchos interrogantes

Más interrogaciones que certezas, así está el sector cultural tras conocer el plan de desescalada, eso sí, tienen claro que necesitan ayudas «proporcionales a las restricciones de aforo», como en el caso del cine, o una «fecha» que marque cuándo se pueden celebrar conciertos.

Las salas de cine acumulan pérdidas de más de 100 millones de euros desde la declaración del estado de alarma, según la federación de exhibidores FECE, que reclama al Gobierno un fondo con ayudas «proporcionales a las restricciones de aforo» previstas de cara a la reapertura.Los museos, de los primeros que podrán abrir (fase 1) con un tercio de su aforo, valoran distintas opciones para su reapertura. En cuanto a los libreros españoles, estos han visto con alegría que haya «horizonte», que permitirá en la fase 1 el inicio parcial de actividades con condiciones estrictas de seguridad. Desde el Consorcio de Galerías de Arte Contemporáneo aseguran a Efe que todavía no tienen claro en qué fase de desescalada se encuadran sus negocios y está a la espera de una aclaración por parte del Ministerio. El sector taurino, a través de la Fundación del Toro de Lidia (FTL) está también a la espera de conocer la situación definitiva.

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