El Club de Ajedrez Alicante ha creado, en solo 48 horas, una página web (contraelcoronavirusajedrez.es) a partir de la cual ofrecerá clases gratuitas para iniciarse en esta disciplina. «Para estos días "caseros" que nos esperan, el ajedrez es un entretenimiento fantástico que, además, tiene otras muchas aplicaciones útiles», explica el creador de esta iniciativa y presidente del club alicantino, Eloy Caballero, que es también profesor de Comunicación en la Universidad de Alicante (UA). «El ajedrez no es un simple juego. Su práctica puede ayudarnos en nuestra vida y profesiones para ordenar nuestra forma de pensar. Como publicista -señala Caballero-, el ajedrez me ha ayudado mucho a la hora de planificar estrategias publicitarias. Otro de los profesores que participan en este proyecto es abogado y este deporte le ha servido en numerosas ocasiones para preparar los juicios». La idea, ahora, es combatir el aislamiento por el coronavirus con «una disciplina que a mucha gente asusta porque parece compleja pero que cuando se aprende adecuadamente, de una forma sencilla y didáctica, puede resultarnos muy útil», afirma Caballero, que va a ser uno de los profesores que participen, sin ningún ánimo de lucro, en estas clases de ajedrez para principiantes. «No tenemos ningún interés en hacerles la competencia a plataformas de perfeccionamiento, que las hay, bastantes y muy interesantes. Nuestro objetivo es enseñar a jugar a cualquier persona que quiera aprender. Gente que, alguna vez, tuvo curiosidad por y nunca encontró a nadie que le enseñara, los que apenas recuerdan cómo se mueven las piezas y necesitan refrescarlo, los que están empezando y quieren entender el sentido del juego, etcétera. En definitiva a todos y todas».

¿Cómo funciona la web? La iniciativa se basa en un servicio on-line de aprendizaje rápido. «A través de retransmisiones en directo iremos interactuando con nuestros usuarios y enseñaremos las reglas del juego y los primeros pasos para aprender ajedrez. Paulatinamente, añadiremos conceptos para que cualquiera pueda entender el sentido del juego. Cada conexión en directo generará un vídeo que se podrá visualizar en cualquier momento», explica Caballero. «Es nuestra particular forma de luchar contra el coronavirus demostrando que el ajedrez no tiene por qué parar», sentencia.

Profesores

Este proyecto hecho realidad en dos días por el Club Ajedrez Alicante con la colaboración de la Federación de Ajedrez de la Comunidad Valenciana, ya tendrá sus primeras clases hoy martes a las 12.30 horas. Todos los docentes participan de forma desinteresada. Entre ellos se encuentra Amador González, maestro y entrenador de la Federación Internacional de Ajedrez, que «teletrabajará» desde Salamanca. «González es un gran divulgador del ajedrez», apunta el presidente alicantino.

Otro profesor es Jorge González, médico, expresidente de la Sociedad Ajedrecística Logroñesa y aficionado al ajedrez, es «un entusiasta divulgador del ajedrez terapéutico». Desde Mislata participará Jorge González Santamartina, estudiante universitario de medicina.

Desde Alicante participarán varios profesores. Por ejemplo Aarón Bendayan, graduado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos, es monitor base y superior FEDA y el primer tablero del Club Ajedrez Alicante. También Bernat Serarols, estudiante de medicina; Antonio Lucas, abogado, socio del Club Ajedrez; Adrián Gallardo, estudiante de ADE, un entusiasta del ajedrez y de la idea. Y Eloy Caballero, responsable del proyecto.

¿Por qué ajedrez?

El ajedrez «no tiene edad, etnia ni género, jugar es gratis y su aprendizaje, con el método adecuado, es relativamente sencillo. Es un instrumento magnífico en el desarrollo del pensamiento lógico y creativo de los más pequeños y de los que ya no lo somos. Es una magnífica herramienta para entrenar el cerebro. Su práctica nos enseña valores y conceptos aplicables a casi todos los ámbitos y profesiones: estrategia, tácticas, planificación, coordinación, trabajo en equipo, aprendizaje en la derrota, perseverancia, etc. Su aplicación didáctica mejora el rendimiento académico y profesional. Y, sobre todo, su práctica es tan sana y recomendable como apasionante, divertida y económica. La literatura científica aconseja su práctica como una herramienta terapeútica en la lucha contra enfermedades como el alzheimer y la demencias», explica Eloy Caballero.