«Vivir 101 años da para mucho». Esta afirmación la hace Rosario Zaragoza Ramos, una modista alicantina nacida el 11 de septiembre de 1918 a la que no le asusta el coronavirus, pero actúa con cautela. Esta centenaria señora ha conocido la monarquía de Alfonso XIII, la Segunda República, la Guerra Civil, el Franquismo, la instauración de la democracia en España, el intento del golpe de Estado del 23-F, el reinado de Juan Carlos I y, actualmente disfruta de sus 4 hijos,12 nietos y 12 bisnietos en el reinado de Felipe VI. Además, con vitalidad y agradecimiento, recibió en 2018, de manos del alcalde Luis Barcala, el reconocimiento por haber rebasado el siglo de existencia.

En el estado de alarma sanitaria ocasionado por el Covid-19, no es recomendable que, siendo pobación de máximo riesgo, reciba muchas visitas. Así pues, teléfono en mano y con ayuda de su hijo, José Pastor, muy amablemente atiende a INFORMACIÓN para dar su punto de vista acerca de la realidad sin precedentes que sufre ahora España.

P Doña Rosario, ¿cómo está viviendo esta situación excepcional del coronavirus?

R Dentro de casa, hay que obedecer a las autoridades. No me sacan mucho porque están trabajando y es más difícil. Y ahora no es momento de pasear. Todo el mundo está metido en casa como las cucarachas.

P Usted vio la Guerra Civil y ahora está viviendo una situación excepcional en España con la gente confinada en sus casas. ¿Le produce esto miedo?

R Miedo, no; pero sí respeto. Antes, durante la guerra, teníamos miedo por las bombas, y ahora, por el virus. Madre mía, veremos a ver lo que pasa.

P¿Cree que la población está preparada para vivir una situación así, estar recluidos en casa?

R Desde luego que no, esto no lo esperábamos y eso que ahora tenemos buenas casas y bien acondicionadas. Aunque esto desaparecerá dentro de poco, una cosa así no puede durar tanto.

P Salvando las distancias con los bombardeos y los toques de queda, ¿qué diferencias encuentra con la situación actual, ahora que estamos todos metidos en casa?

R Antes estábamos en las calles y cuando venían las bombas nos metíamos en los refugios. Ahora es distinto, no se ve gente por la calle.

P Rosario, usted con su edad y habiendo pasado la Guerra Civil, ¿pensaba que tendría que volver a ver una situación como esta, que nos limitan el salir a las calles, cierran los negocios, suspenden las clases y la gente se aglomera para comprar comida?.

R Me parece a mí que lo han cogido muy fuerte y esto se acabará pronto. Las industrias volverán a funcionar y todo tornará a la normalidad. En España no se puede revivir una situación así.

P Cuando ve las imágenes de los supermercados vacíos, ¿le recuerda a algo esta situación?

R Antes no comprábamos de esta manera. No había dinero ni comestibles, estaba todo racionado. Unos pasaban más hambre y otros menos, pero la situación no es igual. El dinero que teníamos no nos servía porque no podíamos comprar nada, ahora no es menester que se hagan esas colas porque hay alimentos.

P Usted podría comparar la situación de la Guerra Civil con la que se está viviendo ahora, con el miedo al desabastecimiento para afrontar esta circunstancia en España.

R Es muy distinto, entonces no había de nada, estaba todo racionado y no se llegará a ese extremo. En esos días, el que no tenía leche compraba una cabra, mi madre compró una para abastecernos en casa. Antes no había tanta comida.

P Denos la receta para llegar a su edad, los 101 años con la vitalidad y el ánimo que usted tiene.

R En mi familia somos muy longevos. Es algo genético, mi madre llegó hasta cerca de los 100 años. Además, llevó una vida muy sana, plena y feliz . Dios me quiere aquí en la tierra todavía.