El juez de la Corte Suprema de Nueva York James Burke condenó este miércoles a 23 años de prisión al exproductor de cine Harvey Weinstein por violación y acto sexual criminal. Hace tres semanas, un jurado había declarado culpable a Weinstein de acto sexual criminal en primer grado contra la asistente de producción Mimi Haley y de violación en tercer grado contra la aspirante a actriz Jessica Mann.

Weinstein, de 67 años, tomó por primera vez la palabra antes de conocer la sentencia y con voz grave, apenas inaudible, dijo estar «totalmente confuso» y sentir que «miles de hombres y mujeres están perdiendo su derecho legal debido», pero también admitió tener «remordimientos por la situación».

En primera fila de la bancada estaban las seis mujeres del caso: las denunciantes Haley y Mann, que dieron dos emotivos discursos durante unos 40 minutos, y las cuatro testigos llamadas por la Fiscalía: Annabella Sciorra, Tarale Wulff, Lauren Young y Dawn Dunning, así como una amiga de la primera, Rosie Pérez.

La fiscal asistente del caso, Joan Illuzzi-Orbon, comenzó pidiendo al juez la pena máxima, y agradeciendo su «sacrificio» a las mujeres que han denunciado y testificado, además de arremeter contra Weinstein, asegurando que se «emborrachó de poder» y citando comentarios de algunos entrevistados durante la investigación que lo describieron como un «depredador», un «manipulador» y un «monstruo».

El productor sorprendió al decidir hablar, algo que no hizo ni para defenderse durante el proceso, y en un discurso de diez minutos en el que admitió haber perdido «el hilo», pausándose durante unos momentos, aseguró que «recorrió largas distancias para ocultar» su comportamiento ante sus exmujeres, lamentó que no podrá ver más a sus hijos y recordó sus logros en la industria del cine y sus donaciones tras el 11 de septiembre o el Huracán Sandy.

El fiscal de Manhattan, Cyrus Vance, comunicó que la «sentencia da un aviso a los depredadores sexuales y parejas abusivas.