Diez novelas finalistas con temática diversa, la mitad de las cuales se han presentado bajo seudónimo, optan al Premio Azorín de Novela 2020 y a los 45.000 euros con los que está dotado este galardón que convocan anualmente la Diputación de Alicante y editorial Planeta.

El nombre de la obra ganadora se dará a conocer este jueves en una gala que acogerá la Sala Sinfónica del ADDA con el lema Eterno, infinito, atemporal y en la que se rendirá homenaje a la esencia de los textos y la vida del escritor de Monóvar, José Martínez Ruiz, Azorín.

La decena de obras elegidas de entre las 218 que han concurrido en esta edición, procedentes de todo el mundo, cuenta con una temática variada en la que se abordan thrillers históricos, policíacos, políticos e historias familiares, así como de intriga y humor.

El acto, que será conducido por el actor alicantino Fele Martínez, dará comienzo a las 19 horas y contará con la participación estelar de ADDA Simfònica Strings, la sección de cuerda de la orquesta, que interpretará La oración del torero, de Joaquín Turina, y Libertango, de Astor Piazzolla.

El presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, y la vicepresidenta primera y diputada de Cultura, Julia Parra, han resaltado la consolidación de este galardón como «un referente del mundo literario que traspasa nuestras fronteras».

Entre las diez novelas finalistas varias narran tramas familiares a partir de ingresos hospitalarios, como Todos los síntomas, firmada por Bárbara Blasco Grau, en la que la protagonista Virginia Aranda rememora desencuentros familiares y reflexiona sobre la muerte y el amor junto a la cama de hospital de su padre en estado de coma.

También El amor soñado, de Martina Suárez (seudónimo) sitúa la historia en el seno familiar de una joven que, avisada del ingreso hospitalario de su abuela, viaja de Barcelona a Madrid yla estancia le producirá sorpresas al ir descubriendo secretos íntimos de sus familiares.

Igualmente, La tierra mayor, de Amalia Peluffo (seudónimo) cuenta el momento difícil de llevar a su madre, postrada en silla de ruedas, a una residencia donde la protagonista repasará el pasado de su familia.

Rómpeme como la arena, el mar, de Miguel Santana, está protagonizada por Nadia Moore, filóloga y novelista, que recuerda algunos tormentosos episodios de su pasado mientras vive en Madrid experiencias y sucesos propios de un esperpento valleinclanesco.

De repente el pasado, de Xavier Fernández Gené, parte de la Ley de Memoria Histórica, que posibilita la búsqueda de los restos de una familia republicana en una fosa común y el proceso se plasma en forma de novela.

De corte histórico es la obra ¿Qué me traéis?, firmada por Alberto Oliet Palá. En ella, varios militares que salvaron su vida en Annual se reencuentran 15 años después en un cuartel de Aragón y tendrán que decidir si se suman a la rebelión preparada en 1936.

Plan Z, de Emilia da Silva di Tommaso, es un relato de corte autobiográfico en el que la joven protagonista manifiesta todas sus frustraciones sexuales y su obsesión por la búsqueda del placer, el sexo y las drogas.

En La maldición del Fortuna, de Fausto (seudónimo), un exorcista, con la ayuda de un joven de 18 años, sospecha que el diablo está detrás de seis crímenes que guardan relación con un bar y sus máquinas tragaperras.

En clave policíaco, ¿Qué tanto tiempo es por siempre?, de El mensajero de los dioses (seudónimo), cuenta cómo una policía se refugia como florista en un pueblo tras ser asesinado uno de sus compañeros

Por último, en Sayonara Honey, de René Darwin Pinto Cascán (seudónimo) la búsqueda de la esposa de Martín Ulises y la añoranza del pasado perdido coinciden en el tiempo con la tremenda represión militar que lleva a cabo el Amado Líder.

De las 218 obras que concurren este año, 161 proceden de España, de las cuales 31 son alicantinas, una cifra que ha experimentado un considerable aumento con respecto a las últimas ediciones. El resto de trabajos corresponden a Europa y América.