La plaza de Sant Jaume de Benidorm era ayer un ir y venir de personas con teléfonos y pinganillos en la oreja. Los camiones con materiales, cables y cámaras y los actores se mezclaban con los turistas que recorrían la ciudad. La escena podría haber sido parte de la película que la directora Isabel Coixet graba en Benidorm y en la que el municipio es el escenario principal; sin embargo, era solo un día más en el rodaje de Nieva en BenidormNieva en Benidorm, un thriller denominado por la propia Coixet como «inclasificable».

Para la realizadora Benidorm es «un lugar exótico» en el que encontrar todo tipo de mundos desde «el español, el británico, el del Imserso, el de las despedidas de soltera, el del paisaje de cuando llegas por el mar y ves la bahía...», indica. «Esas cosas han alimentado la película; no puedes llegar a un sitio y no captar la realidad de cada día», añade Coixet. Una ciudad de contrastes es lo que se podrá ver en su película con la que vuelve al largometraje tras centrarse en la serie Foodie Love.

Coixet grabó ayer algunas de las últimas escenas en el vestíbulo de uno de los hoteles de esa céntrica plaza y que ha sido uno de los epicentros del rodaje en estas semanas; una actividad cinematográfica que ha recorrido varios rincones de la ciudad, sus playas, sus calles y algunos de los edificios emblemáticos; pero también municipios como Calp, donde la conocida e «instagrameada» Muralla Roja de Ricardo Bofill ha sido uno de los pocos escenarios fuera de la capital turística. «El guion se escribió pensando que ocurría en Benidorm», explica Coixet. Ella lo tiene muy claro: «Benidorm es un personaje más» del filme protagonizado por Timothy Spall (Mr. Turner, Secretos y mentiras) y Sarita Choudhury (Aprendiendo a conducir, Homeland).

Spall encarna a Peter Riordan, un hombre solitario, maniático y metódico, obsesionado por los fenómenos meteorológicos. Su jubilación anticipada en un banco de Manchester le lleva a decidir visitar a su hermano que vive en la capital turística. Pero al llegar a la ciudad descubre que ha desaparecido y que éste era propietario de un club de burlesque donde trabaja Alex (Sarita Choudhury), una misteriosa mujer que ejerce una poderosa fascinación sobre él. Peter y Alex intentan averiguar qué ha sido de Daniel, ayudados por una policía obsesionada por la presencia de Sylvia Plath en los años 50 en Benidorm. En este thriller romántico, Peter descubre que la vida puede empezar en cualquier momento, incluso cuando creía que ya no era posible. «Pero si nieva en Benidorm, es que cualquier cosa es posible», reza la sinopsis. Junto a ellos, se podrá ver a Carmen Machi, Ana Torrent o Pedro Casablanc en el reparto. Para Spall y Choudhury, la ciudad es «maravillosa» y «difícil de describir». Y en cuanto a Coixet, ambos destacan su creatividad y la libertad que da a los actores aunque «lo tiene todo muy organizado». Para ellos, la diversión se mezcla con la profesionalidad de la directora.

El equipo ha grabado en muchas localizaciones pero Coixet se queda con «los dos hoteles que están en lugares privilegiados» y desde donde se ve toda la bahía de Benidorm. Para ella, la ciudad «tiene muchas cosas» como plató de cine. Desde los interiores que, a pesar de que en un primer momento se pensaron en hacer en otro lugar, al final se grabaron en la ciudad. Pero también destaca la «capacidad de producción y la organización de la Film Office con la que hemos trabajado que nos ha facilitado las cosas y descubierto sitios» nuevos. «Hay un Benidorm que se esfuerza en hacer las cosas bien», afirma. Y ese es el que el personaje de Alex le muestra a Peter.

Es la tercera vez que Coixet trabaja con los hermanos Almodóvar, Pedro y Agustín, y su productora Deseo tras las películas Mi vida sin mi y La vida secreta de las palabras. Y parece que el tándem ha vuelto a ser perfecto. La directora tenía ganas de volver a trabajar con los hermanos y su empresa: «Ha sido un reencuentro muy deseado», afirma Agustín Almodóvar. El productor sólo tiene buenas palabras para Coixet: «Tiene lo que nosotros buscamos. Deseo pretende atraer talento pero que sea original y un cine que nos pueda gustar. Y el de Isabel nos gusta mucho». El productor avanzó que esperan estrenar Nieva en Benidorm antes de que acabe el año e intentar que recorra los festivales y coseche muchos éxitos.

Del gris al color

«Todo tiene tanta luz aquí». Uxua Castelló, directora de arte de la película, describe así a la ciudad. El film arranca en un Manchester oscuro y con un personaje gris que se traslada a Benidorm donde «todo tiene mucho color» y donde «hemos usado muchas cosas brillantes, purpurina y colores de carnaval». Castelló afirma que «Benidorm nos lo da todo. Esta historia contada en otro lado no hubiera sido igual». De hecho desveló que la película se pensó rodarla en blanco y negro pero que después de ver la Muralla Roja y Benidorm, todo cambió.

Y ese «encanto» natural ha influido en el vestuario, maquillaje o peluquería. Suevia Sampelayo, figurista, es la encargada de crear todo el vestuario. Y aunque el de los personajes principales lo tenía claro, la figuración que formó en su cabeza sufrió cambios cuando llegó a Benidorm porque la ciudad «aporta una barbaridad» y ha hecho que algunas cosas sean más atrevidas. Sobre todo, en la parte en la que el local de burlesque es protagonista. Además, para este escenario se ha contado con artistas que trabajan en los locales de ocio de la ciudad. Sylvie Imbert e Ignasi Ruiz, maquillaje y peluquería, destacan que «para Coixet tiene que ser todo muy natural» en este sentido; excepto también en esa parte más llena de color y baile.

«Cuando vine hace tres años nevó cerca de Benidorm; hace unas semanas la nieve se podía ver en una montaña al fondo», asegura Coixet. Así que, como en su película, todo es posible en Benidorm, hasta que nieve.