«Cada mujer violada es como si fuera mi mujer, cada madre violada es como si fuera mi madre, cada niña violada es como si fuera mi hija». El esposo, hijo y padre es el doctor Denis Mukwege, el tozudo, valiente y solidario médico convertido en el «doctor milagro» contra la violencia sexual en las mujeres en la República Democrática del Congo, reconstruyendo no solo sus daños físicos, sino también psicológicos y sociales.

Premio Sajarov de la Eurocámara en 2014 y Nobel de la Paz en 2018, el próximo 17 de abril engrosará su lista de distinciones con el Premio Balmis que le ha otorgado el Rotary Club Alicante y que le hermana con otro de los «grandes héroes» de la historia de la medicina. «Ha aceptado el premio porque hemos conseguido que se identifique con Balmis, se ha visto valorado como médico; Balmis cambió la vida a muchas personas y eso lo consigue también él», asegura Philipp von Kapff, presidente del Rotary Club Alicante.

Eso después de un largo periplo desde que en enero de 2019, la sugerencia de Silvia Fernández Moreno, de este club rotario, fuese remitida a los socios y aceptada por unanimidad. Aunque no fue hasta el pasado mes de diciembre cuando Mukwege dio el sí. «Su modelo tiene cuatro pilares: reparar a la mujer físicamente; recuperarla psicológicamente para que aprenda de nuevo a vivir porque quedan marginadas de sus comunidades; empoderarlas para que desarrollen su independencia económica, y trabajar en la transformación jurídica porque en esos países el violador queda inmune y la mujer es la culpable», apunta von Kapff.

La presencia del doctor Mukwege en Alicante supone una oportunidad para la ciudad, ante una autoridad médica contra la violencia sexual que en la zona donde él trabaja afecta a la mayoría de la población femenina. El ginecólogo fundó y trabaja en el Hospital Panzi en Bukavu, al sur de Kivu, donde ha desarrollado unas técnicas de reconstrucción genital que se han recogido en todo el mundo y que ha empleado en más de 54.000 mujeres que han sufrido esta tortura.

La guerra económica por conseguir el coltán, necesario para la fabricación de móviles, ha disparado esta violencia que se ceba con las mujeres «como arma de guerra».

Jornada académica y proyecto

Mukwege, que vive protegido por sufrir amenazas y haber sido víctima de varios atentados, recibirá el galardón en Alicante rodeado de numerosas autoridades. Desde parlamentarios europeos, a la embajadora del Congo en Madrid. Además de recoger el Premio Balmis, el sábado 18 protagonizará una jornada académica, con la UMH y la UA, que está organizando Jorge Alió. En este sentido, María López anunció que se van a realizar una serie de ponencias de ginecólogos, coordinadas por el doctor Quereda, y también un acto más de carácter social.

«Queremos ponerle en contacto con la comunidad médica porque aquí hay un desarrollo muy alto a nivel ginecológico», destaca Von Kapff, que incide en el proyecto Molinos de mi corazón, a través del cual el Rotary Club Alicante pretende conseguir una subvención global para conseguir un molino, un tractor y otros materiales para 1.233 mujeres que después de sufrir esas vejaciones quieren seguir adelante.

«Con este Premio Nobel de la Paz -afirmó Mukwege al recoger el galardón- hago un llamamiento al mundo para que sea testigo y ponga fin a este sufrimiento que avergüenza a la humanidad».