El actor murciano Carlos Santos, el Povedilla de Los hombres de Paco que recientemente se puso en las manos de Garci para revivir a Germán Areta en El crack cero, se sube este fin de semana a las tablas del Teatro Principal de Alicante para llevar a escena con Beatriz Carvajal la obra Volvió una noche, del autor argentino Eduardo Rovner, estrenada por primera vez en España.

Adaptada y dirigida por César Oliva, la produción del Teatro Romea de Murcia y Bonjourmonamour es fruto del reencuentro entre Carlos Santos y su «viejo maestro» Oliva en el Aula de Teatro de la Universidad de Murcia, así como con su compañero de profesión, el actor y productor Pedro Segura. Todos ellos tenían ganas de trabajar juntos «desde que Carlos se fue a Madrid con su maleta e hizo su carrera imparable como actor», como recordó Oliva ayer en la presentación de la obra que se representa hoy y mañana en el Principal, tras añadir que, después de un intento en vano en 2015, Santos y Segura se prendaron del «texto conmovedor» del autor argentino, que llevaba veinte años seguidos en cartel pero era inédito en nuestro país.

La comedia Volvió una noche es un imaginativo encuentro entre un hijo y su madre muerta, que revive cuando este le anuncia que se va a casar, para poner el foco en el intento de control de los progenitores sobre la vida de los hijos incluso desde la tumba.

«Esta es una comedia en la que la gente se lo pasa bomba, cercana al vodevil, con un texto de muchísima verdad en las relaciones materno-filiales, que da lugar a situaciones disparatadas por el sentido del humor que desprende en ese triángulo madre-hijo-novia, que es algo muy universal», explicó el propio Santos, que se sintió atraido por la obra en buena parte por quien es su madre en la función, la veterana actriz Beatriz Carvajal, «que es una delicia de personaje, muy sentido y con mucho corazón», destacó.

El actor, que prepara una nueva película y que ganó el Goya al mejor actor revelación en 2017 con su papel deLuis Roldán en El hombre de las mil caras, de Alberto Rodríguez, subrayó también su último trabajo fundamental en el cine bajo la dirección de José Luis Garci en la precuela de El crack.

«Tengo la suerte de poder hacer cosas muy diferentes y de que me llamen. Y haber trabajado con Garci, para mí, que crecí viendo ¡Qué grande es el cine!, y que algunas de mis películas favoritas las descubrí allí, en ese programa, es un regalazo de la profesión», apuntó Carlos Santos, que reconoce que cuando «de repente ves el primer montaje de la película con Garci, Eduardo Torres-Dulce, Luis Alberto de Cuenca o el propio David Gistau, fallecido recientemente, solo faltaba el cigarro y el humo».

En su versatilidad interpretativa, puso de ejemplo que la película El crack cero coincidió el pasado año con su trabajo en la comedia Lo dejo cuando quiera, al igual que compaginó en 2016 El hombre de las mil caras con el de Villaviciosa de al lado.

«Me gusta moverme en un género y en otro por igual. Nosotros somos cómicos, actores, y no hacemos distinciones. A mí no me gusta la comedia de chistes sino la de situación, y el mecanismo es igual que en el drama», apuntó el actor que aseguró que de aquel Povedilla que le lanzó al gran público en televisión, «queda todo aún». «Ese personaje y esa serie tuvieron mucha influencia en mi carrera. Me lo pasé bomba esos cinco años y le hicieron de todo a mi personaje, pero aprendí mucho como actor», concluyó.

Espectadores disfrazados hoy

La función de Volvió una noche coincide hoy con el sábado de Carnaval, por lo que la directora del teatro, María Dolores Padilla, recordó que los espectadores pueden acudir disfrazados y quienes se hagan una foto divertida entrarán en un sorteo de entradas para la obra La fuerza del cariño.