Vivimos en la era de clicar para conseguir respuestas. Todo el mundo es experto en la instantánea habilidad de buscar en Google y pocos leen los artículos que comparten en redes. Michael P. Lynch, profesor de filosofía y escritor de la University of Connecticut, es también experto en big data y ética tecnológica. Ha estudiado cómo han cambiado internet y las redes sociales la forma de adquirir conocimiento. Todo se puede leer en su libro The Internet of us, recientemente traducido al valenciano. En su obra, explica que la tecnología nos hace mucho más pasivos en la búsqueda de conocimiento. Ok Google, escribe esta entrevista.

P Usted ha defendido que internet pronto dará el próximo paso y podrán comprarse en las tiendas lentes de contacto de Google o implantes cerebrales ¿Qué sentido tiene ir a la escuela si tenemos internet a la velocidad del pensamiento?

R Justo en mi bolsillo tengo mi smartphone y mi fit bit en la muñeca. Ya estamos viviendo en un mundo en el que podemos acceder a la información con un par de toques con el dedo, y más importante quizá, un mundo que puede acceder a muchísimos datos sobre nosotros. Estoy sacando información de mi móvil y mi muñeca constantemente. Ahora se habla del «Internet de las cosas», pero en el libro prefiero hablar de «El Internet de nosotros (The Internet of us)», porque estos aparatos están poco a poco recabando datos personales para darnos información muy personalizada. Sería maravilloso que pudiéramos acceder a la información a la velocidad de un pensamiento. Elon Musk, de Tesla, ha estado trabajando en implantes cerebrales, y Google también ha investigado sobre ello. Pero la pregunta de verdad es sí esto realmente nos permitiría conocer más sobre aquello que es real. Solo porque puedas acceder a más información no significa que esa información sea más precisa o más verídica. Aunque parezca que podemos saber muchas más cosas, esto no significa necesariamente que podamos entender más. Es una paradoja. Conocemos más pero entendemos menos.

P Justo a eso hace referencia el subtítulo de su libro, habla de la diferencia entre «descargar» y «entender».

R Creo que todos pensamos que internet es genial, Google es la manera más efectiva de conocer hechos que suceden a nuestro alrededor. Nunca ha sido más fácil conocer todo lo que ocurre. Pero hay una gran diferencia entre conocer y entender. Una cosa es ser capaz de conocer algunos hechos, por ejemplo una enfermedad que se expande por el mundo. Puedes googlear mucha información. Pero otra cosa cosa es entender cómo y por qué esa enfermedad está expandiéndose. Entender requiere de un esfuerzo creativo, de perspicacia por tu parte. No puede ser algo pasivo como mucha de la información que consumimos simplemente sentados mirando a una pantalla.

P En Silicon Valley hay muchas personas trabajando en aplicaciones para pasar menos tiempo usando aplicaciones.

R (Risas) Es un síntoma de la era digital que estamos viviendo. Pensamos que la tecnología es la solución para todos los problemas, incluyendo los problemas que tiene la tecnología. Pienso que esos esfuerzos de los informáticos de Silicon Valley son nobles, y ojalá funcionen. También pienso que hay una gran ironía en la situación. Los problemas a los que nos enfrentamos, incluyendo todo el tiempo que gastamos consumiendo aplicaciones, no son problemas tecnológicos. Son problemas humanos, y para resolverlos creo que tenemos que pasar más tiempo hablando con personas y menos con ordenadores. Creo que usar la tecnología para resolver problemas humanos es un error.

P Defiende que este problema humano puede arreglarse con la filosofía, volviendo a creer en la verdad objetiva.

R Tenemos una enorme cantidad de datos al alcance de la mano, pero esto está haciendo que la gente sea cada vez más cínica sobre el conocimiento. Lo cual es absurdo. La gente es mucho más escéptica sobre las fuentes, sobre los expertos ¡Sobre todo! A veces el escepticismo es bueno, pero cuando te lleva a un punto en el que se empieza a pensar «bueno, puede que nada sea verdad, puede que nadie sepa nada con seguridad»… Eso es peligroso, porque la democracia siempre es un lugar con especial interés por la verdad, está interesada en tener ciudadanos informados, en tener una comunicación muy efectiva entre las personas y el gobierno. Así que cuando llegamos a un punto en el que todo el mundo se convierte en un escéptico sobre si hay hechos, información o conocimientos verdaderos, la democracia está amenazada. Para resolver problemas necesitamos reconectar con los valores (pasados de moda) de la verdad y el conocimiento.

P Utiliza el concepto «Google knowing» para explicar que se han olvidado otras formas de llegar al conocimiento. ¿Es posible revertir esto?

R El «Google knowing» no va a dejar de existir, porque es la manera dominante de conseguir información sobre el mundo. De hecho, es la mejor fuente de información que cualquiera puede tener sobre sí mismo ¿Quieres conocer algo sobre ti? Googléalo, porque Google sabe todo. No creo que la cuestión sea que dejemos de utilizar los buscadores, lo que necesitamos es recordar que hay otras formas de llegar al conocimiento. Eso incluye, por ejemplo, salir afuera y hablar con otras personas.

P ¿Qué soluciones plantea?

R Ayuda que haya gente rediseñando aplicaciones. Hacer mejores plataformas es una buena idea, pero no es lo único que necesitamos. Tenemos que empezar a pensar en limitar las empresas de redes sociales. Creo que Facebook se ha vuelto demasiado poderoso y debemos, como democracia, pensar en el poder que tiene. Confrontar el dominio de corporaciones como Google y Facebook es una cuestión central que tenemos que trabajar desde la política. Es un tema de debate muy importante en la campaña electoral de EE UU.