Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Notas al programa

El único concierto para piano y orquesta de Esplá

Marta Espinós interpreta con ADDA Simfònica la Sonata del Sur

Alicante, ADDA, 14 febrero 2020. 20 h.

ADDA- Simfònica

Marta Espinós, piano

Álvaro Albiach,

Jacques Ibert

(París, 1890-1962))

Homenaje a Mozart

Ibert, compañero de Honegger y Milhaud en el Conservatorio de París, es uno de los compositores más conocidos de la joven generación francesa de entreguerras. Becado en Italia volvió a Roma como director de la Villa Medicis y a su regreso a su ciudad natal dirigió la Reunión de los Teatros Líricos de París. En 1956, con motivo del bicentenario del nacimiento del compositor salzburgués, recibió el encargo de este Homenaje a Mozart por parte de la Orquesta de la RTF (la Radio Televisión Francesa), que lo estrenó. Sería la penúltima de sus composiciones este rondó para orquesta donde la formación reproduce la composición clásica de Mozart: dos flautas, dos clarinetes, dos fagots, dos trompas, dos trompetas, timbales y cuerda.

Óscar Esplá

(Alicante,1886-Madrid, 1976)

Sonata del Sur, opus 52.

El maestro Esplá compone primitivamente la Sonata del Sur para piano el año 1935, antes del inicio de la guerra civil española. Años más tarde, en su exilio en Bruselas, realiza dos versiones para piano y orquesta, en 1943 y en 1945, en plena Guerrra Mundial. La de 1945 es la versión definitiva de su única obra concertante para piano. La pieza fue dedicada a su amigo y compañero de exilio, el pianista aragonés Eduardo del Pueyo que fue quien la estrenó el 11 de octubre de 1945, finalizada la contienda mundial, en el Teatro de los Campos Elíseos de París, con la Orquesta Nacional de Francia bajo la dirección de Franz André. La obra nos muestra las vertientes musicales que se fraguaban aquellos años en Europa. Hay melodías populares, tradicionales de la tierra en que nació Esplá, tratadas con una refinada sencillez en una original armonización. El segundo movimiento de la obra es un momento de equilibrada belleza. La primera audición en España fue en el Palacio de la Música de Madrid el 4 de febrero de 1954 -Esplá regresó del exilio en 1951- con Aldo Ciccolini al piano y Ataúlfc Argenta dirigiendo la Orquesta Nacional de España. En Alicante la escuchamos el 9 de enero de 1973, en la I Semana de Música Mediterránea, con la Nacional, Rafael Frühbeck de Burgos al frente, y Eduardo del Pueyo, el que la estrenó en París en 1945, como solista.

Wolfgang Amadeus Mozart

(Salzburgo, 1756- Viena, 1791)

Sinfonía número 41, "Júpiter", en do mayor (K 551)

El 10 de agosto de 1788 Mozart dio los últimos toques a su última sinfonía, la 41 de su producción. Apenas mes y medio antes, el 25 de junio, había finalizado la número 39, y el 25 de julio la 40. Es decir, en un breve período de tiempo surgieron sus tres últimas sinfonías, que son la culminación y la cima de una producción sinfónica que había iniciado con 9 años. Le faltaban tres años para morir cuando finalizó estas tres obras que superan las cotas elevadas que alcanzó su gran predecesor y amigo Joseph Haydn, el «padre de la sinfonía» y del «cuarteto de cuerda». La Júpiter, apelativo que le dio el empresario londinense Johann Peter Salomon dos o tres décadas después de la muerte de Mozart, está considerada la cumbre del clasicismo musical. El tema final, Molto alegro, ha sido calificado como el movimiento sinfónico más portentoso de Mozart. El musicólogo francés Michel Parouty, gran experto en la obra de Mozart, escribe de la Júpiter: «En el apogeo de su genio, Mozart pone fin a su última sinfonía uniendo a una audacia desconocida y nunca igualada el rigor del estilo fugado de los antiguos maestros en la limpidez de una forma sonata. Se ha querido ver en sus tres últimas composiciones sinfónicas su testamento. Pero su determinación, en este período en el que comienza la extrema miseria que acabará con él tres años más tarde, da a estas páginas un tono de lúcida afirmación, de una altura de visión y de una grandeza excepcionales. Tanto como el intento de un hombre solo por dominar su drama íntimo, es el eco de la victoria lo que hoy aún nos llega al corazón y da a estas últimas sinfonías un valor universal».

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats