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Punto y aparte

La moda unisex llega a las comuniones

Las tiendas de ceremonia ofrecen colecciones sin género que sirven para niño y para niña

Chaqueta vaquera para ponerse sobre los vestidos. PILAR CORTÉS

El hecho de que la provincia de Alicante forme parte de una circunscripción eclesiástica donde la preparación para celebrar este sacramento es de tres años supone que los niños y niñas lleguen a la ceremonia sobre los diez años, más mayores que en otras regiones, con lo que tienen ya gustos definidos y eligen en las tiendas modelos más atrevidosmodelos más atrevidos. Aunque muchas niñas siguen queriendo vestirse de princesa ese día, empiezan a romper estereotipos y cada vez en un mayor número optan por el pantalón. En tiendas de la provincia han agotado los que tenían en stock para las ceremonias de este año porque, aunque se celebrarán en mayo, las familias lo preparan con antelación y encargan los modelos incluso un año antes.

Los diseñadores que innovan con la moda unisex para comunión están encontrando su mercado, con chaquetas, zapatos y botas que sirven para ellos y ellas; trajes de pantalón marineros y túnicas inspiradas en el tradicional diseño masculino para las niñas; y pantalones de variado corte que muchas pequeñas encuentran cómodos para una ceremonia que cada vez se parece más una boda con facturas que superan los 3.000 euros entre trajes, regalos y convite.

La diseñadora valenciana Hortensia Maeso, una de las pioneras en la moda unisex de comunión, sirve sus diseños a establecimientos de ceremonia de la provincia. «Está muy contenta con nuestra tienda, dice que le damos mucha imagen», afirma la propietaria de un emblemático comercio de ceremonia de Alicante, Carmen Vicent, que regenta un establecimiento que trabaja con prendas hechas a mano en tejidos naturales. Ella fue de las más atrevidas ya la temporada pasada y encargó a la diseñadora pantalones para niña, aunque cree que a esta prenda todavía le queda camino «porque la gente necesita un tiempo de adaptación». Este año, como novedad, «hay marinerito para niño y niña, y zapatos que sirven para chico y chica que nosotros tenemos».

En las tiendas ponen los escaparates con la moda de comunión que viene antes de Navidad, y se puede apreciar cada vez más diversidad, con vestidos de comunión cortos, y en colores más allá del blanco, como el azul y el rosa. Patricia Verdú, vendedora, apunta que «las niñas tienen más personalidad, son más mayores, y vienen teniendo claro lo que quieren».

Lejos del clasicismo que solía rodear a las comuniones, los vestidos se mezclan con prendas antes impensables como las vaqueras. Las madres ven rara la mezcla pero a las niñas les fascina y las piden porque las ven modernas y es una prenda que pueden seguir usando en temporada. Es habitual, por ejemplo, en la tienda de ceremonia de Raquel Alemañ. «Se llevan mucho las chaquetas vaqueras, un complemento más ponible sobre el vestido que las rebecas, que sirve para la Iglesia y para la fiesta posterior porque las comuniones son cada vez más parecidas a las bodas y se alargan».

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