n Hace diez años una setentena de extras y vecinos de Aýna, Liétor y Molinicos se constituyeron en asociación de «adoradores» de Amanece que no es poco, que se rodó en esos pueblos albaceteños y cuyo surrealismo es para ellos «una forma de entender la vida». Son los «amanecistas», entregados fans del filme de humor ácido y absurdo, inédito por aquel entonces, que Cuerda estrenó en 1989. «Estoy súper sorprendido. Me había dejado el móvil y cuando lo he cogido todos eran mensajes de desolación», explica a Juan Ángel Martínez, el alcalde de Aýna, -y «niño deprimío» en la película, en la que tenía el papel de un chaval al que ponían a tocar las campanas-, una población de 600 habitantes en la Sierra del Segura que se publicita como «la Suiza manchega». Los amanecistas hacen «quedadas» en las que recrean escenas y repiten las frases más conocidas, «tan surrealista como la película», que «veneran». Aunque el «núcleo duro» de la asociación, «gente que siempre está dispuesta a cantar un fandango o a hablar de Dostoievski» y «devotos» de Faulkner, son 70 personas en redes sociales se cuentan por miles. En 2010 se creó la «ruta temática amanecista», que pasa por los tres pueblos y en ella hay paneles informativos, una réplica de la Vespa con sidecar de Jimmy y Teodoro y un «semillero de hombres».