El diseñador Hannibal Laguna recupera algunos de los hitos de la «casa» en una colección en la que los estampados y los botines actualizan los vestidos de noche. El alicantino abrió ayer la tercera jornada de la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid con una colección de fiesta para el invierno, pero valida para cualquier época del año «desde México a Dubai», los destinos donde se encuentran gran parte de sus clientas.

Phantasize es el título de una colección extensa, con vestidos con estampados abstractos, una colección diferente a la que incorpora un juego de rayas verticales y al bies que actualiza sus primorosos bordados tridimensionales en cristal, envueltos en organza, que tampoco faltan.

Espaldas transparentes sobre tules invisibles con flores de terciopelo rompen el estigma de este tejido, habitual de los días de invierno, pero que el diseñador quiere incorporar a cualquier época del año.

«También se utiliza en climas cálidos desde México a Dubai. No puedo pensar solo en una mujer invernal. Muchas de mis clientas disfrutan de una temperatura cálida todo el año», dice el diseñador mostrando un vestido en gasa con corte de «canastera», muy habitual en los días de verano. El tejido estelar de la colección es el falla, habitual en las prendas de Balenciaga, «una maravilla que por sí solo se arma al andar», explica.

Laguna ha recuperado hitos de su costura de los 80 como los corpiños sobre bodies de doble crepé. Las combinaciones de organzas y satén con dibujos bidimensionales cambian por completo su historia a la que añade, a partir de ahora, combinaciones de colores en las faldas con tonos azul, mostaza y albero.

Las mangas ganan en volumen, ya nazcan de escotes asimétricos o cuello a la caja. Diseños que alterna con sandalias y botines de media caña para transformar unos vestidos de fiesta a los que imprimen «juventud y un punto canalla y roquero».

El desfile comenzó con un «fashion film», rodado en Alicante, un elemento con el que Laguna invita a reflexionar sobre el «no» como respuesta positiva. «Los finales felices y los buenos principios pueden empezar con una negación», concluye el diseñador.