Se cumplieron los pronósticos y Pedro Almodóvar triunfó en la noche de los Premios Goya, y se impuso, que también venció, a su rival que también favorito en las quinielas Alejandro Amenábar. Y lo logró el director manchego con Dolor y gloria, que ya se encamina a los Premios Óscar tras imponerse en la cita más importante del séptimo arte español. Lo hizo, Almodóvar, con mejor película, director, guion original, mejor actor -para Antonio Banderas-, actriz de reparto -Julieta Serrano-, música -con un histórico como Alberto Iglesias- y en montaje -con Teresa Font-. En total, siete estatuillas para la producción de El Deseo.

Amenábar, el «derrotado» en los Premios Goya con su Mientras dure la guerra, recibió cinco premios, el de mejor actor de reparto para Eduard Fernández; el de dirección de producción -para Carla Pérez de Albéniz-; mejor maquillaje; diseño de vestuario; y el de dirección artística.

Otro de los grandes triunfadores fue el cineasta alicantino Paco Sáez, que obtuvo ayer el Premio Goya al mejor cortometraje de animación en su debut en la dirección con Madrid 2120. Galardón que comparte con su amigo y compañero José Luis Quirós, con el que ha confeccionado también el guion, en una historia futurista con un mensaje de lucha sobre el cambio climático. Sáez y Quirós son profesores en la academia de la productora de esta saga animada, Lightbox, en un proyecto en el que también han intervenido distintos alumnos de este centro.

Paco Sáez, muy emocionado, dedicó el galardón a su madre, recientemente fallecida. «Hay una espectadora de excepción que miraba cada plano, que estaba ahí, que venía... ella es mi madre y se fue el mes pasado. Y sé que ahora me está viendo, que es lo que queda cuando algo tan importante se va. Te quiero, mamá», señaló el cineasta alicantino, quien dedicó al final de su discurso el Goya a su pueblo natal, San Miguel de Salinas.

Sáez es la primera vez que obtiene de forma directa el Premio Goya, ya que en otras ocasiones anteriores lo hizo de forma indirecta al encargarse del story-board de otras cintas de animación galardonadas como Tadeo Jones 2 (2017), Atrapa la bandera (2015) y Planet51 (2009). En Madrid 2120 se ha contado además con una banda sonora compuesta por el alicantino Óscar Navarro.

Tras la actuación de Amaia llegó el Goya de Honor para Pepa Flores, Marisol, recogido por sus hijas Celia Flores, Tamara y María Esteve. Con todo el escenario en pie, con aplausos intensos, con lágrimas, se cumplió este homenaje a Marisol, icono del cine español. «Nos está viendo, no se está perdiendo ni un solo detalle. Y nosotras no podemos estar más orgullosas de recoger el premio en su nombre. Ha hecho muy feliz a muchas personas a lo largo de su carrera. Por eso hoy solamente queremos decirte, querida mamá, que desde ese lugar en calma que tanto te ha costado, en esta profesión, se te otorga este reconocimiento tan bonito. Disfrútalo», señaló María Esteve, hija de Marisol y el bailarín de Elda, Antonio Gades.

Otro de los instantes más emocionantes llegó con el Goya de actriz revelación para Benedicta Sánchez puesto que, a sus 84 años, por su papel Lo que arde, demuestra que nunca es tarde para alcanzar el cielo de los galardones del cine español. También Lo que arde obtuvo el de mejor fotografía con Mauro Herce.

El de canción original fue a parar a Javier Rubial, por Intemperie, de Benito Zambrano, retratando la España de posguerra, rota, con resonancias de Lorca. Cinta que además obtuvo el de mejor guion adaptado, firmado por su realizador junto a los hermanos Daniel y Ramón Remón. El filme del valenciano Paco Plaza, Quien a hierro mata, también se llevó su premio con el del actor revelación para Enric Auquer. Por su parte, La trinchera infinita logró el de mejor actriz -para Belén Cuesta- y mejor sonido. El de mejores efectos especiales fue para El hoyo -con Mario Campoy e Iñaki Madariaga-, una de las grandes aclamadas por público y crítica en el prestigioso festival de cine fantástico de Sitges. El mejor corto documental fue para Nuestra vida como niños refugiados en Europa.

Mariano Barroso, presidente de la Academia del Cine, recordó los 105,5 millones de espectadores de 2019, el segundo mejor dato de la década para los cines españoles. Aunque olvidó matizar que el cine español, en esas cifras, cayó en picado, dominado por el estadounidense. También indicó que 2021 será Año Berlanga, en conmemoración del aniversario del primer siglo de su nacimiento, «para celebrar el nacimiento de uno de nuestros padres. Y de paso nos ayudará a entender algunas de las cosas que vivimos en nuestro país y a conocernos un poco mejor». Al tiempo recalcó la importancia de las nuevas plataformas digitales, que han apostado también por el cine español con el lanzamiento de distintas películas y proyectos que, por primera vez, también se vieron nominadas en los Goya.

En la actuación de Jamie Cullum en memoria y recuerdo de los fallecidos, se rindió tributo al cantante alcoyano Camilo Sesto.