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Raquel Lanseros: «En los 90 la poesía era más cínica y hoy la candidez está de moda»

Raquel Lanseros (Jerez de la Frontera, 1973) estará el jueves en Alicante. Bill Wolak

P Eligió la poesía frente a otras disciplinas literarias. ¿Por qué?

R Nunca se sabe. Ahora hay muchos poetas que escriben novelas y los géneros literarios son lindes muy frágiles que en cualquier momento se pueden adoptar, aunque hay más casos de poetas que acaban trasladándose a la narrativa que viceversa. Lo que me gusta de la poesía es esa capacidad de expresión al límite del lenguaje. Es capaz de decir lo máximo con lo mínimo y eso me parece una gran aventura. Ese deslumbramiento lo sentí desde niña de forma intuitiva, me parecía impactante por esa sonoridad, ese ritmo, y en mi mente parecía tan espectacular como la música. Era lo más cercano a la música que se podía hacer con el lenguaje, aunque también tiene grandes cimientos en el pensamiento con la filosofía o la lingüística. Y nunca se llega al final,estamos siempre al principio.

P ¿Hay un boom

R Percibimos un boom de libros de poesía muy comerciales que llegan a cifras de ventas que no se conocían antes para un género tan minoritario, pero nos falta perspectiva para ver dónde va a llegar esto y cuántas personas de las que leen ahora esta poesía juvenil, comercial, más sencilla, van a pasar a leer a Juan Ramón Jiménez; no sabemos si habrá un trasvase. Como fenómeno, parece positivo que la gente se interese por la poesía aunque sea de una manera más popular, pero necesitamos más tiempo para ver si será un sostén de la poesía o un fenómeno meramente comercial. A mí siempre me alegra que la poesía esté en la calle y suene.

P Quizá recurren a la poesía porque creen que es fácil: hay raperos con poemarios o jóvenes que cuelgan poemas en Twitter o Instagram...

R La facilidad de la poesía es siempre engañosa, eso lo acuñó Juan Ramón Jiménez, que hablaba de la «difícil sencillez» en la alta poesía. El arte es difícil siempre. Son procesos muy complejos en la mente humana y hay una tradición centenaria que no es baladí conocer para saber qué se ha hecho antes y reflexionar. Es verdad que hoy hay una utilización muy difundida de la poesía casi terapéutica, para vaciar sentimientos, que lo veo saludable, pero no siempre es poesía lo que escribimos cuando el compañero de pupitre nos deja. Tampoco es negativo, es un acercamiento al aprendizaje de la vida que reconducimos a través de la lengua, pero lo que se te pasa primero por la cabeza no es poesía siempre, ni siquiera en los grandes poetas. No es algo tan casual.

P¿Qué diferencias percibe entre la poesía de hace treinta años y la de ahora?

R Ha habido épocas a principios del siglo XX en las que las escuelas se superponían y trazaban cambios de manera más rigurosa. Ahora es más complicado porque estamos en una época de mucha mezcla estilística: conviven poetas muy claros, casi narrativos, con otros herméticos o de más experimentación lingüística, otros son híbridos... Yo veo mucho eclecticismo formal desde los años 90, que creo que es saludable porque no hay una escuela imperante, pero hace que los cambios sean más tenues. En esta última poesía más comercial sí hay algo que noto y es una vuelta al cultivo del amor, en una concepción que engarza casi con el amor cortés, de idealización del ser amado, y me llama mucho la atención que jóvenes le canten al amor de forma ideal, casi como la salvación del propio yo. Eso refleja mucho de nuestro aislamiento, es un grito desesperado ante procesos humanos que no nos hacen felices. Eso sí es una novedad. En los años 90 temáticamente había un tono general más cínico y desgarrado y ahora la candidez en los temas de pareja se ha vuelto a poner de moda. No es mala señal.

P ¿Imagina la poesía del futuro? ¿Puede ir a mejor o a peor?

R Es difícil saberlo. Soy optimista porque la poesía es algo inmanente, algo innato y consustancial al ser humano, y por mucho que la intentemos comercializar o banalizar, o recargar de ornamentos imposibles en otras épocas, eso que llamamos poesía y que nadie sabe definir va a seguir existiendo. El ser humano va a seguir cultivando la poesía y apreciando el valor de búsqueda intelectual de nuevos caminos.

P ¿Se seguirán escribiendo y leyendo poemas en libros?

R Creo que sí porque los lectores prefieren la lectura literaria en papel, incluso los milenials. Hay muchas teorías, pero se supone que la lectura es una operación cinestética en la que interviene el tacto, el olor, la ubicación de las líneas que el cerebro ubica al pasar la página. Incluso los instapoets que se hacen famosos en Instagram luego sacan un libro en papel. No sé si será así eternamente, pero la relación con los libros es más estrecha de lo que parece... Se lee poco, pero tampoco hemos tenido tiempos en los que se leyera mucho.

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