El fallecimiento de la escritora alcoyana Isabel-Clara Simó, a los 76 años de edad, provocó ayer una profunda conmoción en el mundo de la literatura contemporánea, y de forma muy especial en el de las letras catalanas. Autora de nada menos que 58 obras, tenía en su haber galardones de la trascendencia de los premios Sant Jordi o Joanot Martorell, sin olvidar la Creu de Sant Jordi que concede la Generalitat de Cataluña o el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes. El Ayuntamiento de Alcoy, que ayer declaró dos días de luto oficial, prepara un homenaje en su condición de Hija Predilecta, una vez sus restos sean trasladados a la ciudad.

Isabel-Clara Simó i Monllor falleció ayer en Barcelona a los 76 años de edad tras una larga enfermedad. Nacida en Alcoy el 4 de abril de 1943, era escritora, filósofa y periodista, y se le consideraba como una de las autoras contemporáneas más importantes de la literatura catalana.

Entre los múltiples galardones conquistados a lo largo de su carrera destacan en 1978 la concesión del premio Víctor Català por És quan miro que hi veig clar, el Crítica d'Or en 1985 por Alcoi-Nova York, el premio Sant Jordi en 1993 por La Salvatge, o la Creu de Sant Jordi en 1999 por su trayectoria literaria. También en 2001 el premio Andrònima de narrativa por Hum... Rita!: l'home que ensumava dones, en 2004 el premio de la Crítica de los Escritores Valencianos en ensayo por En legítima defensa o en 2010 el premio Joanot Martorell de narrativa por Amor meva. Todo ello sin olvidar el premio Ciudad de Alzira en 2007 por El meu germà Pol o el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes en 2017 por una «obra inteligente», traducida a una decena de idiomas, además de su lucha durante años en favor de «la liberta, las mujeres o la infancia».

Licenciada en Filosofía y en Periodismo por la Universidad de València, ejerció como profesora en la localidad valenciana de Bunyol y después en el instituto Ramón Muntaner de Figueres y en el de Sant Josep de Calasanç de Barcelona. Como periodista fue directora en 1972 en el semanario Canigó, colaborando además en distintos medios de comunicación, como Avuí. Asimismo, fue delegada del Libro del Departamento e Cultura de la Generalitat de Catalunya.

Su trayectoria la consolidó como una de las figuras más populares de la literaura catalana, convirtiéndose en decana de la Institució de les Lletres Catalanes entre 2016 y 2019. Tampoco fue ajena a la política, mostrando su simpatía con el independentismo de los «Països Catalans», aunque siempre dejando claro que no era «antiespañola», sino que apostaba por la buena convivencia entre vecinos.

El fallecimiento de Isabel-Clara Simó causó ayer una profunda conmoción en el mundo de la literatura, sucediéndose los pésames y las reivindicaciones de su figura. La editora y directora del Institut Ramón Llull, Iolanda Batallé, parafraseaba sus declaraciones «soy muy desgraciada si no escribo» añadiendo que «y nosotros a partir de hoy somos muy desgraciados sin tí».

La escritora Núria Cadenes subrayaba que «ha muerto Isabel-Clara Simó. Que lloren las palabras», mientras que la autora Tina Vallés indicaba que aparte de escribir y enseñar literatura, Simó hizo mucho trabajo por la cultura catalana desde la sombra. También la directora editorial de Columna, Glòria Gasch, la recordaba con la frase «Adéu-sua, estimada»; mientras que la escritora Núria Esponellà le daba gracias «por tu generosidad».

También expresaban su pésame personalidades como el barítono Enric Martínez-Castignani, la escritora Carmen Amoraga, la presidenta del Institut Català de les Dones Laura Martínez, el festival literario Tiana Negra, la editorial Ara Llibres, Bromera o el Consell Valencià de Cultura.

Alcoy, su ciudad natal, le concedió en 2013 la Medalla de Oro y la distinción como Hija Predilecta, en un acto celebrado en el salón de plenos del Ayuntamiento en el que se sintió muy agradecida por el reconocimiento. «Me siento tan honorada, tan querida y tan a gusto que sea mi pueblo Alcoy, que no puedo más que dar las gracias más profundas a todo el Ayuntamiento, las entidades que se han adherido, al público que está aquí y a todo el imaginario colectivo que arrastramos desde hace siglos los alcoyanos y que forma parte de nuestra historia y nuestra vida», subrayó en ese momento.

El Ayuntamiento, de hecho, decretaba en la jornada de ayer, nada más conocer el fallecimiento de Isabel-Clara Simó, dos día de luto oficial, al tiempo que las banderas de la casa consistorial se quedaban a media asta.

El alcalde, Toni Francés, señalaba que «más allá de la indiscutible valía literaria de Isabel-Clara Simó, con una obra muy prolífica, de haber recibido importantísimos premios, o de su trayectoria académica y de vocación periodística, hablamos de una persona muy querida en Alcoy, un icono cultural y feminista de una parte de nuestra sociedad y, por supuesto, Medalla de Oro de la ciudad».

De hecho, una de las cuestiones que ha distinguido a la escritora alcoyana a lo largo de su trayectoria ha sido su labor en materia de reivindicación de la libertad y la situación de las mujeres, siempre comprometida en este apartado.

El Ayuntamiento está en contacto con los familiares de Clara Simó para concretar la posibilidad de celebrar un homenaje en su ciudad natal una vez sus restos sean trasladados desde Barcelona, donde está previsto que al mediodía del jueves tenga lugar el funeral en el Tanatori de Les Corts.

El concejal de Cultura, Raül Llopis, destacaba que la escritora siempre ha tenido a la ciudad en su corazón, y que hace escasos días se sumaba a las adhesiones para que Alcoy asuma la capitalidad cultural valenciana con la frase «Alcoi és una ciutat que no es vanagloria. És més bé discreta. Però allà on hi ha bon art sempre hi ha algú d'Alcoi».