Infinitos y diminutos papeles desbordan el Centro del Carmen de València, como infinitas son las perspectivas y los puntos de vista desde los que apreciar la obra de Fuencisla Francés. La exposición Punto de fuga, que se podrá ver hasta el 1 de marzo, más que una retrospectiva es una puesta a punto de más de 200 piezas que resumen 50 años de trayectoria artística o, como explica su comisaria, la alicantina Pilar Tébar, «de intensa y extensa creatividad». Se trata de la mayor exposición realizada sobre la obra de Fuencisla Francés, que se enmarca dentro de la convocatoria Trajectòries del Consorci de Museus.

Fuencisla Francés, descendientes de la saga de pintores alcoyanos del XIX; señaló ayer que «esta exposición es un reencuentro tanto con el lugar donde me formé, un espacio muy vivido, como con mis antiguas obras. A lo largo de mi trabajo voy tomando y retomando ideas, como en esta muestra en la que he desarrollado nuevas piezas a partir del estudio de las anteriores».

El director del Consorci de Museus, José Luis Pérez Pont, destacó que la obra de Fuencisla «desborda energía; Punto de fuga es una lección de arte sobre la línea y el movimiento en diálogo con el espacio y la arquitectura».

Para Tébar, esta artista es un personaje imprescindible del arte valenciano de los últimos 50 años.