Es el mismo Mubag, pero mejorado, ampliado y preparado tecnológicamente para algunas décadas futuras. El Museo de Bellas Artes Gravina de Alicante reabrió ayer sus puertas después de un largo recorrido que le ha mantenido cerrado durante 18 meses, pese a que las previsiones apuntaban a un año. Nuevas instalaciones de climatización, iluminación y mantenimiento, con un presupuesto cercano a los 500.000 euros, han dejado al centro sin actividad expositiva, pero no sin actividad interna.

Durante este año y medio se ha trabajado sobre los fondos artísticos del museo y en el proyecto expositivo que ayer se vio por primera vez, con nuevas propuestas y nuevos espacios. «En estos 18 meses se ha hecho una labor muy importante, callada, de estudio, de conservación, restauración y catalogación de todas las obras de las colecciones de la Diputación», destaca Joserre Pérezgil, directora técnica del Mubag.

Y para esta reinauguración, que coincide con los 18 años del museo, se ha elegido a dos de las grandes figuras artísticas de la provincia: Joaquín Agrasot y Antonio Gisbert.

Agrasot (1836-1919) tiene su espacio en la primera planta como «Artista destacado», en el centenarios de su muerte, con dos obras cedidas por el Museo del Prado por un año -el Mubag tiene en depósito otros 15 cuadros más de la pinacoteca nacional. Lavandera de la Scarpa (Estados Pontificios) (1864) y Las dos amigas (1866) son las obras que permanecerán al menos un año en los fondos del Mubag. «Pedimos solo una, pero el Prado nos ofreció los dos y las cogimos». Este espacio se completa con un pequeño autorretrato perteneciente a la colección Sánchez Mateo, «muy poco visto», según Pérezgil.

El otro protagonista, el alcoyano Antonio Gisbert (1834-1901), centra la sala «Reconocimiento internacional», con cinco obras del «gran exponente del arte decimonónico español». Un artista que gracias al bicentenario del Prado, del que fue director, fue recuperado con una exposición. Para esta ocasión se han reunido cuadros cedidos por un año por el Museo de Bellas Artes de Bilbao, Patrimonio Nacional, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y la Universidad Complutense, y un coleccionista de Alcoy.

«Casi todas ellas son inéditas» y con ellas se recorren sus diferentes géneros, apunta Joserre Pérezgil. De hecho, Muerte del príncipe Carlos, hijo de Felipe II, de Patrimonio Nacional, estaba en el Escorial y no se había visto nunca. Le acompañan dos obras de carácter mitológico, Venus Anadiómena y Bacante, que se exhiben juntas por primera vez. Se completa con Autorretrato de su estudio y Retrato de mi hermana María leyendo.

Aunque el Mubag nunca ha dedicado una exposición a este artista, «estamos en ello», asegura la directora del centro. «A veces no somos conscientes de los artistas que tiene la provincia».

En esta primera planta continúa la exposición permanente con fondos del museo , El siglo XIX zen el Mubag. De la formación a la plenitud de un artista, a la que se ha incorporado la obra Los primeros pasos, de Lorenzo Casanova, depositada por la familia Sánchez Mateo.

La entreplanta se ha incorporado como nuevo espacio expositivo, ya que ahora se ha cerrado y se ha climatizado. Y se inaugura con la exposición La Escuela de Dibujo del Consulado Marítimo y Terrestre de Alicante (1795-1858) , con un total de 29 obras entre pinturas al óleo y dibujos, además de mobiliario de la época, perteneciente a los fondos de la Diputación, todo ello vinculado a la primera formación oficial de Bellas Artes en Alicante.

Vicente Suárez Ordóñez, José Aparicio, Vicente López, José Peyret y Vicente Rodes, son algunos de los artistas representados. Además, la muestra se completa con la exposición que de Vicente Rodes muestra el Consorcio de Museos en la segunda planta del Mubag. «María José Gadea (restauradora) ha realizado un trabajo impresionante de catalogación y revisión de estos fondos».

En la planta baja de acceso al museo, se ha cerrado y climatizado el espacio dedicado a Emilio Varela, aunque queda pendiente para el año que viene, afirma Pérezgil, «la organización expositiva y la contratación que tiene que salir a concurso, por la nueva ley de Contratación».

De esta manera será el próximo año cuando se reabra esta sala dedicada monográficamente al pintor alicantino.

Un gran trabajo de restauración

Desde junio de 2018 a diciembre de 2019 el equipo técnico del Mubag ha desarrollado una intensa labor de conservación y restauración de las obras expuestas en la muestra permanente y también sobre otras 32 piezas de diferentes formatos y técnicas. En total, se ha actuado sobre 81 piezas revisadas e intervenidas en conservación.

La directora del museo destaca tres intervenciones por su complejidad. El cuadro El marco de Solos, de Heliodoro Guillén; Academia (Mitología), de Fernando Cabrera Cantó, ambas de la exposición permanente, y la obra Diógenes, de Peyret y Bosque, incluida en la muestra Escuela de Dibujo del Consulado Marítimo y Terrestre de Alicante.

Academia (Mitología), de Cabrera Cantó, óleo de 1,40 x 1,99, sufrió una intervención anterior «con muy mala fortuna», por lo que la restauración «fue muy complicada», ya que el lienzo estaba pegado al tablero. Se ha sacado de la madera, se ha hecho un nuevo bastidor y se ha realizado una reintegración con un injerto de tela, un proceso que ha durado 11 meses.

La obra Diógenes, al tener un tamaño más reducido (33 x 41cm) ha necesitado un mes de restauración.

Estos trabajos han sido realizados por las restauradoras de la Diputación María Dolores Vilella y Isabel Fernández, con la colaboración de Susana Pacheco y becarias.

La diputada de Cultura, Julia Parra, que acudió tanto a la presentación como a la inauguración del Mubag, remarcó que «hoy es un día importante para la cultura alicantina, con la reapertura de uno de los museos de referencia que contribuye a dar visibilidad y proyección a nuestros artistas y que es una pieza importante para mejorar el atractivo de Alicante como provincia turística».

«El marco de Solos» Una complicada restauración

La restauración de El marco de Solos, obra de Heliodoro Guillen, de 178 x 248cm, ha sido una de las intervenciones más complicadas que ha afrontado el equipo del Mubag, con una duración de 9 meses. En ese tiempo se descubrió el dorado original del marco de la obra y además se pudo ver que se realzaban las esquinas con unos toques de bronce.

Nuevo espacio Exposiciones también en la entreplanta

Las obras acometidas en el Mubag han llevado a la habilitación de un nuevo espacio expositivo en la entreplanta, al cerrarse e instalar climatización. Para la inauguración se ha preparado una muestra sobre la Escuela de Dibujo del Consulado Marítimo y Terrestre de Alicante (1795-1858), que incluye 29 piezas entre cuadros, objetos y mobibiliario de la época, procedentes de los fondos del museo.