P ¿Por qué Silencios vivos ?

R Tiene que ver un poco con todo ese proceso de escritura y reflexión mía. Me di cuenta de que en ese silencio interno que yo tenía dentro había mucha vida, un diálogo muy intenso, mucho grito en cuanto a lo que yo veía a mi alrededor. Supongo que quien lo lee en su propio silencio encuentra esa vida también.

P Es tu segundo libro de poesía. ¿Qué diferencia ha habido a la hora de concebir ambos volúmenes?

R Hambriento fue más espontáneo, pero había más incertidumbre o más miedo a la hora de que lo que yo tenía en la cabeza se pudiera plasmar con fidelidad y que luego yo me viera reflejado ahí de la manera que quería. Creo que lo conseguí en un porcentaje alto, pero es cierto que en este libro he llegado más allá en ese proceso. Ya era más consciente de lo que suponía escribir un libro de poesía, de lo que interviene dentro de uno para que luego se plasme, de la disciplina que hay que tener, de cómo mezclar disciplina e inspiración. Ha sido más fácil, al haber menos miedo y haber cogido el tranquillo. Pero también tenía la incertidumbre de ver si iba a encontrar algo que mereciera la pena contar. Cuando empecé el proceso de escribir me di cuenta de que sí, que hay un montón de archivos dentro de mí y eso me lleva a pensar de que aunque ahora no tenga ni idea de lo que pueda pasar en un tercer libro lo va a haber, porque seguro que tengo más cosas que contar. Este viaje personal, a nivel terapéutico, de análisis y descubrimiento, me parece importantísimo para mi vida y mi persona.

P Silencios vivos lo construiste ya escribiendo poemas que iban destinados a un libro. ¿Eso ha hecho que tuvieras clara la estructura desde el principio o ha ido surgiendo?

R Dejo que todo sea muy intuitivo, que cada día que me siento a escribir surja lo que tiene que surgir, de la manera más natural y más fluida. Pero me di cuenta cuando lo llevaba más avanzado de que había cuatro partes diferenciadas. Una parte más tranquila, otra donde la emoción explotaba más, también el arder que tiene que ver con la necesidad de afecto o la parte referente a lo que yo veo en el entorno que es más como un grito interno. Así es como lo quería contar, quería que cada silencio tuviera su propia dimensión.

P Para la promoción del libro cambias el escenario por la butaca para relacionarte con tus seguidores. ¿Has conseguido lectores que no eran fans de tu música y al contrario?

R Hay mucha gente que me seguía por la música y ha conectado con mi poesía, pero había otro espectro de gente que me ha conectado por la poesía y después ha ido a recitales. Y también hay gente que conecta con mí poesía, pero con el rap no. Gente que me conocía por la música se ha dado cuenta de que esta dimensión mía es como muy natural, la han captado muy bien y han descubierto la poesía como una forma que les sirve. Todo eso es muy diferente y me gusta ver que con la poesía encuentro sinergias con gente que a lo mejor con la música no había sucedido. En el fondo lo que quieres es comunicarte y da igual el formato.

P En el libro hablas de silencios que susurran, que lloran, que arden y que gritan.

R El silencio es como un universo enorme en el que suceden muchas cosas. En ese estado de ánimo es donde me he dado cuenta de que el ser humano con el silencio expresa mucho y a veces más. Al terminar de escribir esos poemas uno es consciente de que escribe cosas de él mismo que no sabía ni que estaban ahí.

P ¿Hay que ser valiente para abrirse y mostrar tu interior?

R Yo no veo ningún problema. En la vida he aprendido ya a mirarme y a aceptarme, y yo creo que ese ejercicio de no girar la cabeza me limpia mucho. Y sé que el final de todo esto va a ser algo como muy liberador, algo que me hace bien.

P « Soy indeciso, algunas veces cobarde, casi siempre inseguro», dice en un poema.

R Es lo que yo veo de mí mismo. Soy inseguro y muchas veces hago determinados actos de cobardía. Cada persona tendrá una imagen distinta dependiendo de su experiencia conmigo, pero creo que no soy una persona que lo tenga absolutamente claro y ese es el secreto para tener capacidad de escribir lo que escribo, para bien y para mal.

P ¿ Qué te da el rap que no te da la poesía?

R Ambas cosas me dan libertad. Con el rap encuentro una energía muy determinada, una forma de ver más la calle, los problemas. Hay una manera de comunicación con el público muy potente, con una música, con un juego de palabras, métrica... La poesía me lleva a otro espectro, con pulsaciones mucho más bajas, con un momento de caminar con mucha más tranquilidad. El rap es como estar con muchos amigos hablando y la poesía es estar en silencio frente al espejo. Escribo rap de noche y poesía de día. También hay otra manera a la hora de recitar, cómo conecta tu voz y tu emoción con lo que está escrito. El rap es navegar con motor y la poesía, con remos.

P ¿Alguna poesía ha pasado a ser rap y algún rap se ha quedado en poesía?

R Pues a veces me ha pasado. Me he puesto con una idea de poesía y he pensado que si lo escribiera de otra manera podría ser rap. Eso más a que un rap pueda llevarme a una poesía. Son cosas que tienen un feed-back constante. Es cierto que con el rap tienes la energía que te da el instrumental y te lleva a otros sitios que la poesía no te llevaría.

P Es curioso que rimes en el rap y no en tus poemas.

R Es que rimo muchas veces al día, a la semana y al mes, y no me apetecía estar rimando también en poesía. Me apetecía pensar en todo menos en estructuras y limitaciones.

P ¿Qué piensas de la polémica con Arkano por la historia falsa en Instagram como gancho para su nuevo single?

R Cada artista tiene que hacer lo que él crea. Yo creo que las canciones tienen que hablar por sí solas, no hace falta hacer operaciones de marketing. Pero es mi forma de verlo, él tiene que hacer lo que sienta y le apetezca, y si le sale bien perfecto y si no, pues aprender de ello. Yo ya no suelo opinar de lo que hacen otros. Arkano lo hace todo con la mejor intención.