Hace 27 años participó en la primera edición de la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos de Alicante para asistir al taller de dramaturgia impartido por Sergi Belbell. Y aquí se publicó su primera obra, Anoche fue Valentino, con la que ganó el Premio de la Crítica Valenciana. Entonces el autor homenajeado fue Antonio Buero Vallejo, todo un clásico. Casi tres décadas después, Chema Cardeña ha pasado de ser alumno a ser reconocido con el mismo título que el autor de Historia de una escalera.

«Quién me iba a decir que 27 años después iba a estar aquí», aseguró ayer el autor, director, creador de la compañía Arden y responsable de la Sala Russafa de València, que hoy recibe el homenaje de la Muestra de Autores, primero con una recepción en el Ayuntamiento de Alicante, acto en el que también se entregará el Premio Palma a la Asociación de Directores de Escena, y después con el «prácticamente» estreno de su obra Susan y el diablo, en el Teatro Principal.

«Cuando me dijeron que iba a ser el autor homenajeado me emocioné», destacó el dramaturgo. «Esta Muestra de Teatro me ha parecido siempre una idea estupenda porque gracias a iniciativas como esta los autores hemos pasado a ser lo que somos; el autor ha recuperado su sitio. Antes no existíamos, los montajes eran del director».

Autor de una treintena de obras, profesor y ganador de diversos premios, entre ellos el Max Aub de Teatres de la Generalitat, Cardeña reniega de ser un dramaturgo mediático y ha peleado mucho «para no serlo». «Yo quería conseguir el éxito y eso era para mí hacer lo que quiero y con quien quiero, y eso me llevó a tener un teatro propio que me deja al margen de productoras y modas», afirmó en referencia a la Salas Russafa de València que gestiona desde hace años.

Por eso, asegura estar satisfecho con ser un autor «de la periferia». «Para mí es un gusto trabajar desde aquí porque decidí vivir en València y quise pelear por las compañías valencianas», aunque dice con cierto orgullo que hace 25 años que fundó la compañía Arden «y nunca he tenido el apoyo claro de las instituciones, sigo teniendo los mismos problemas que antes».

El autor de La puta enamorada o El ombligo del mundo se lamentó de que corren «tiempos malos y grises», aunque considera que ningún partido político está interesado en la cultura «porque no da votos». «Aportamos al PIB más peso que la agricultura pero no se nos menciona; en cualquier partido europeo la cultura es fundamental. En la Comunidad Valenciana creí que íbamos a recuperar la Conselleria de Cultura y resulta que no, aunque nos la prometieron. Que no entiendan que es necesaria dice mucho».

Ahora, manifestó, «lo que se nos viene encima pues no creo que nos vaya a ir ni mejor ni peor... es que mal ya nos va».

Susan y el diablo

Chema Cardeña habla de temas de hoy con los ojos de ayer. Lo hace en la mayoría de sus obras y también en Susan y el diablo, que presenta hoy, a las 20 horas, en la que recupera la historia de Charles Manson, a través de la mujer que asesinó a Sharon Tate. «Es una obra que me encargó María José Goyanes -su protagonista- y a través de la historia hablo de justicia, compasión, de si existe la reinserción y de si tiene sentido condenar a una persona a cadena perpetua y después de 40 años, cuando pide salir para morir en su casa, si el sistema debe ser compasivo con ella».

También remueve conciencias con Shakespeare en Berlín, que lleva de gira cuatro temporadas, en la que aborda el ascenso de los nacionalismos. Obra que «me ha devuelto la fe en el teatro, porque el teatro tiene que hacer reflexionar; el teatro no es ocio, es cultura». En este sentido, destacó que «los autores tienen que ser la conciencia de la sociedad y el teatro sigue y seguirá vivo, pese a quien le pese. El compromiso es ahora más que nunca necesario, no podemos quedarnos en la complacencia, hay que agitar, hay que remover conciencias y recordar que la historia siempre se repite».

De momento, las suyas acaban encontrándose con la actualidad. «Escribí Shakespeare en Berlín y el tema hoy es actualidad; hace dos años acabé Susan y el diablo y Tarantino trata en su última película de Manson... llevo tres habitaciones seguidas de hotel acabadas en seis, así que estaré atento con el número de la lotería», bromeó.