7 años

Teatro Principal de Alicante

Idea original: José Cabeza.

Versión y dirección: Daniel Veronese

Los socios de una exitosa empresa desvían fondos a un paraíso fiscal. Un fraude como tantas otras corrupciones económicas, políticas y formas de abuso de poder. Nos estafan, dentro de la ley o al margen de ella, y aprietan el gaznate a muchos. Este es el quid de la cuestión. Y esto es lo que ocurre con cuatro personajes que han sido descubiertos con sus trampas y ambiciones. Van a ser detenidos. Pero recurren a la figura de un mediador para dirimir quién asume ser el responsable de la contabilidad B y evitar que los otros puedan ir a la cárcel. ¿Quién presenta menos inconvenientes para ingresar en prisión? Todo tiene un precio. ¿Existen cosas peores que residir casi una década en la sombra? Las respuestas las tiene 7 años, según la idea original de José Cabeza. Es más frecuente que una pieza de teatro se convierta en cine y no que una obra se base en una película. Aquí tenemos lo segundo con la versión y dirección del veterano argentino Daniel Veronese, a partir del filme de Netflix.

La ligera comedia dramática nos ofrece giros y una tensa situación a la que se le saca punta progresivamente. Rencores, disputas e intentos de chantaje en este trabajo coral, donde la naturalidad y la sinceridad del realismo (marca Veronese) son las notas que acogen los actores. La veteranía de Miguel Rellán se impone sencillamente y con suma eficacia. Pone orden en la reunión y escucha las propuestas de cada uno. Eloy Azorín adquiere mayor protagonismo cuando parece estar dispuesto a asumir el delito a cambio de alguna contraprestación. El resto, Carmen Ruiz, Juan Carlos Vellido y Daniel Pérez Prada completan un reparto creíble, junto a la voz grabada de Malena Gutiérrez. Todos atrapan con intrigas y limpias interpretaciones al numeroso público que visitó el Principal de Alicante, y el director ha diseñado una fluidez textual e intercambios verbales con eficiente, sencilla y bien orquestada resolución teatral que los espectadores aprecian con grandes aplausos. Pago de multa, contubernios o prescripción del delito. ¿Les suena?