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Investigadores recuperan los primeros dibujos de arte rupestre de la provincia

Los calcos sobre el yacimiento de la Peña Escrita de Tárbena fueron realizados por el lugareño José Ripoll y el músico Óscar Esplá

Uno de los dibujos rupestres. satorre-belmonte/barciela-molina

La historia de su redescubrimiento es casi tan curiosa como la de su hallazgo inicial y su primera publicación para el conocimiento de la Ciencia. Dos investigadores crevillentinos, Daniel Belmonte y Ana Satorre, se encontraban preparando una exposición organizada por el Ayuntamiento de Crevillent que pronto verá la luz sobre el reputado geólogo y paleontólogo Daniel Jiménez de Cisneros. Contaban con la colaboración de los nietos del científico Miguel y Consuelo, y revisando el material se dieron cuenta de que habían dado con los primeros dibujos de arte rupestre de la provincia de Alicante, pertenecientes a la Peña Escrita de Tárbena, según las referencias bibliográficas, conocida por los lugareños como «Sa Coveta de ses Lletres».

Los calcos sobre papel fueron publicados en las revistas Boletín de la Real Academia de la Historia y en Ibérica por Jiménez de Cisneros en 1922. Eran los primeros trabajos de documentación sobre una estación con arte rupestre en la provincia. Y estos dibujos tenían otra particularidad. Los primeros fueron realizados por un tarbenero, José Ripoll, así como por el célebre compositor alicantino Óscar Esplá. «Ellos fueron quienes primero visitaron el yacimiento y realizaron los calcos», apunta Belmonte quien, junto a Satorre decidieron, «conscientes de la entidad del hallazgo», ponerlo en conocimiento de especialistas como el doctor en Prehistoria Javier Molina, el catedrático de Prehistoria de la UA, Mauro S. Hernández, y la profesora de la UA Virginia Barciela.

Fruto de la aportación entre estos estudiosos y gracias al papel fundamental de la familia de Jiménez de Cisneros, estos días se presenta el trabajo redactado por el doctor Molina en colaboración con el resto de investigadores, en el que se redescubren estos dibujos con historia, los primeros realizados sobre arte rupestre en Alicante y que van a cumplir 100 años de vida. «Transcurrido casi un siglo en el que nada se sabía de los dibujos, en el marco de un proyecto de recuperación de la labor de Jiménez de Cisneros, tuvimos la suerte de dar con unos documentos históricos», apunta Belmonte.

Congreso en la UA

Ahora, los calcos han sido dados a conocer en el congreso internacional «El Arte de las Sociedades Prehistóricas», que se celebra entre el 6 y el 9 de noviembre en la UA y en cuya organización intervienen los profesores Barciela y Molina. Un encuentro que cuenta con las figuras más destacadas del estudio del arte prehistórico. Un foro en el que se ha destacado que la provincia de Alicante dispone de más de 200 enclaves con arte prehistórico, atesorando una parte importante de este tipo de manifestaciones artísticas, recogidas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1998.

Los calcos originales encontrados se componen de un total de cinco cartulinas de papel verjurado de bordes irregulares, de un tamaño A3 o ligeramente inferior, de la marca José Guarro o la Papelera Española, y un fragmento de papel cebolla de 41x20 centímetros y contornos irregulares. Todos los motivos están copiados a tamaño natural, no existiendo escala. Una de las curiosidades desveladas al encontrar los trabajos es que además del dibujo a tamaño natural de los motivos rupestres, «recurrieron al calco directo, técnica que no se generalizará en el estudio del arte rupestre hasta mediados del siglo XX», apuntan los investigadores.

Sa Coveta de ses Lletres se emplaza en una imponente pared rocosa con diversos abrigos. Uno de ellos tiene una serie de motivos realizados con pigmento rojo sobre la pared rocosa y cuyas características permiten relacionarlos con el arte esquemático. Los motivos de este yacimiento evocan un rostro humano, esquemático, en el que se identifican los ojos rodeados de una serie de motivos geométricos, considerados en ocasiones como un tatuaje facial.

Imágenes religiosas

Descartada la interpretación inicial que consideraba estos motivos como un tipo de escritura, actualmente hay cierto consenso en su consideración como imágenes religiosas; se trata de las escasas evidencias de que disponemos para acercarnos al mundo simbólico y de las creencias de las sociedades prehistóricas que las crearon, en un momento que podemos situar en la Prehistoria reciente de nuestras tierras, en el seno de sociedades productoras, que conocían la agricultura y la ganadería y que poco a poco comenzaron a inhumar a sus difuntos en el interior de las cavidades, convertidas en auténticos sepulcros colectivos.

«Hoy podemos saber algo más sobre esas primeras comunidades que habitaron nuestras tierras, en gran parte gracias a aquellos trabajos pioneros sobre el primer yacimiento estudiado y publicado con arte rupestre de la provincia, cuando estamos cerca de los 100 años de la efeméride», destacan los investigadores.

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