El cocinero Ricard Camarena fue galardonado ayer con el Premio Nacional al Mejor Jefe de Cocina 2018, es el tercer valenciano que recibe este premio desde que se instauró en 1974.

El primer valenciano que fue reconocido con el prestigioso galardón de la Real Academia de Gastronomía fue Raúl Aleixandre en 2004 cuando estaba al frente del restaurante Ca'Sento de València y que actualmente dirige los fogones de Baobab, también de la capital valenciana.

Justo un año después, en 2005, este premio culinario recayó en Quique Dacosta, que aunque es de origen extremeño ha desarrollado su trayectoria profesional entre Dénia y València y es actualmente poseedor de cuatro estrellas Michelin, tres en el Quique Dacosta Restaurante de la localidad alicantina y una en El Poblet de la capital valenciana. Desde su creación este premio ha recaído en cocineros de la talla de Ferran Adriá, Juan Mari Arzak, Joan Roca, Santi Santamaría, Martín Berasategui, Carme Ruscalleda, Ángel León o David Muñoz, entre otros.

Cuando ayer recogió el premio como Mejor Jefe de Cocina 2018, Camarena, emocionado y con los ojos vidriosos, se acordó de su mujer y socia Mª Carmen Bañuls. Y lo hizo por ser «la que me ayuda a tener los pies en el suelo y la mirada puesta en lo más alto para poder aspirar a todo». Objetivos que, al ritmo de lo conseguido en 2018, llegarán pronto; porque el desde ayer Premio Nacional de Gastronomía, ha sido distinguido este año con su segunda estrella de la Guía Michelin y nombrado como mejor cocinero internacional por Identità Golose, la principal organización gastronómica de Italia y el reconocimiento del jurado del Premio Salsa de Chiles al mejor restaurante de cocina creativa. «Agradezco a los académicos que hayan entendido que este era mi año», dijo tras valorar el galardón como «un regalo que perdura en el tiempo» porque «el sentido de pertenencia es eterno».

El cocinero estaba nominado junto a Paco Morales del restaurante Noor en Córdoba e Iván Cerdeño del restaurante Iván Cerdeño - Cigarral del Ángel en Toledo. El valenciano recibió el galardón de manos de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso en un acto realizado en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid y confesó sentirse «abrumado» por tener ya en sus manos el considerado Goya de la gastronomía. «Es un reconocimiento que me hace mucha ilusión, además de un premio que te dan y ya no te quitan porque no hay que revalidarlo cada año», agradeció tras considerar que, aunque «pueda parecer el broche a una carrera», tiene la sensación de que él aún «está empezando, y todavía tengo muchas cosas que decir» en el mundo de la gastronomía.