Es cierto que en el Neolítico era común el intercambio de mujeres para consolidar las alianzas matrimoniales y evitar las guerras. Igualmente existió una ley romana que no permitía el acceso de las mujeres a cargos públicos y reconocía que la condición de ellas era inferior a la de ellos. Y que en el siglo XVIII los valores sexuales de la mujer, como la virginidad, el pudor y la pasividad sexual, fueron considerados moneda de cambio para acceder a los recursos económicos. También es verdad, aunque la historia que nos han transmitido lo haya interpretado desde el punto de vista masculino, que el patriarcado, que ya se imponía por el Paleolítico, se creó como una exaltación del hombre fuerte y cazador de grandes piezas, del que dependía la superviviencia. Sin embargo, era más bien al contrario, la subsistencia dependía de la caza menor y el cultivo, tareas encomendadas a mujeres y niños.

Desmontar tópicos e historias de la Historia que nos han llegado contadas desde el punto de vista de los hombres, es el objetivo de Desempoderando al macho alfa, que Xelo Bosch y Cyrille Larpenteur han instalado en el MACA hasta el próximo 25 de noviembre, como propuesta seleccionada dentro de la convocatoria Reset del Consorcio de Museos, dirigida a contribuir a la igualdad y la justicia social.

En este proyecto, los artistas han trabajado alrededor de cuatro obras del Museo de Arte Contemporáneo de Alicante: dos pertenecientes a la Colección Siglo XX y otras dos a la Fundación Caja Mediterráneo, en las que se pone de relieve la concepción de la mujer en el arte y, al mismo tiempo, la presencia de mujeres artistas, que en el caso del fondo donado por Eusebio Sempere son solo 9, frente a 167 de hombres.

Además, se ha montado un aula para impartir talleres a estudiantes (un total de 12), un espacio didáctico mixto que ayer estrenaron alumnos del IES Miguel Hernández, que pudieron enfrentarse a un nuevo concepto del rol masculino, para revisar las colecciones del MACA desde una perspectiva de género.

«Hay que trabajar en el empoderamiento de la mujer y el desempoderamiento del hombre», aseguró Larpenteur. «El objetivo de esta propuesta es ir transitando hacia el cambio» y, para ello, realizan una serie de propuestas. «Reescribir la historia, introducir cambios en la educación para prevenir los estereotipos, controlar el vocabulario y luchar contra el analfabetismo sexual, por que el sexo de la mujer no es tabú ni vergonzoso».

Para Bosch, hay que destacar «la importancia que tiene un museo como espacio cultural, para la divulgación de la cultura y romper actiudes; un museo como herramienta abierta a la sociedad y su capacidad transformadora».

El director del Consorcio, José Luis Pérez Pont, es consciente de que «no tenemos capacidad para modificar las colecciones de los museos, pero sí podemos revisarlos desde una mirada de multiculturalidad y de género». En el mismo sentido se pronunció Rosa Castells, conservadora del MACA. «Hemos perdido mucho tiempo y ese vacìo a ser muy difícil de llenar».

«Hacen falta iniciativas como esta para que los adolescentes rompan estereotipos y mitos», apuntó el concejal de Cultura.