P Así que España mola.
R Muchísimo y cada vez me mola más. Tengo una novia de Buenos Aires que fue la que me convenció para que me mudase a Madrid. Estoy feliz.
P ¿Era también feliz cuando se escapaba desde Londres a Mallorca?
R Por supuesto. Iba a Mallorca de niño. Me gusta mucho la playa y allí empecé a beber y a fumar.
P ¿Qué le decidió a abandonar Londres e instalarse en Madrid?
R Muchas cosas. Londres es una ciudad de mierda carísima, llena de suciedad y racismo. El tiempo es horrible. Nada que ver con España donde además la comida es fantástica y la gente mucho más simpática. Venir a España fue una de las decisiones más fáciles de mi vida.
P ¿Qué es lo que más le deslumbra de la vida en España?
R El propio ritmo de la vida. Todo es más tranquilo. La vorágine de Madrid me recuerda a Disneyland si la comparo con la de Londres.
P Y descubrió la merienda.
R En Inglaterra cenamos a las siete de la tarde así que cuando llegué a España y tenía que esperar hasta las diez para cenar me moría de hambre. Un día me preguntó un amigo que por qué no merendaba. No sabía lo que era eso.
P ¿Es para tanto, de verdad?
R Es algo fantástico. Pensé que por qué coño nadie me había hablado antes de la merienda y no solo de la merienda, de la recena, de la sobremesa y del aperitivo con vermut. España es el único sitio del mundo en el que puedes comer seis veces y no engordar.
P Supongo por tanto que ya le gusta más la comida española que la música.
R Me encantan la música y la gastronomía pero, sobre todo, cómo vive la gente prestando atención a la familia y a los amigos. Es una vida menos estresada a la que le estoy cogiendo el gusto.
P ¿Ve usted a los españoles con baja autoestima?
R Me sorprende que cuando piropeo a España salga gente a decirme que este es un país de mierda y que espere dos años para que lo vea. No lo entiendo pero supongo que yo diría lo mismo si un español me dice que Londres es una maravilla.
P ¿Tiene plenamente superada aquella tormentosa experiencia de abusos sexuales que le llevó a escribir Instrumental , pronto convertido en un bestseller?
R No. Esa vivencia es algo que no se puede superar. La tengo ahí permanentemente pero con la paz que me da España espero poder mitigar el tormento..
P ¿Cómo vivió el programa televisivo 'Salvados' cuando se presentó allí como víctima infantil de abusos sexuales?
R Fue increíble. Jordi Évole y su equipo fueron espectaculares conmigo. Sobreexpuse mi vida cuando aún vivía en Londres. Una vez que se emitió el programa mi teléfono no paraba de sonar.
P ¿Qué le decían?
R Me daban apoyo. No recibí ni un comentario negativo y eso es extraordinario en esta época tan dada a la crítica amparada en el anonimato de las nuevas tecnologías.
P ¿Qué influencia tuvo la música clásica en su salida del túnel de la droga y de la depresión profunda?
R Influyó muchísimo. La música es como una droga sin efectos secundarios. Además es legal y la puede tomar todo el mundo. Tiene un efecto muy fuerte que te lleva a experimentar sentimientos y da esperanza.
P ¿Qué es la música clásica para usted?
R Es mi oxígeno y mi agua.
P ¿Influye en su estado de ánimo?
R En una sinfonía de 30 minutos puedes hallar todas las emociones: tristeza, ira, alegría... Eso no lo logras con una canción de tres minutos.
P ¿Qué quiso escuchar en el momento de la reciente muerte de su madre?
R No podía escuchar nada porque estaba roto de dolor. A los cuatro días di un concierto en Madrid con piezas de Mozart, Beethoven, Chopin y Bach. Se lo dediqué a ella.
P De repente el genial pianista ruso Grigory Sokolov apareció en su vida.
R Es como si un niño descubre a Leo Messi aunque yo soy más de Joaquín, del Betis. Descubrir a Sokolov lo cambió todo. Es como conocer a un héroe. Está a la altura de figuras como Beethoven o Mozart.
P ¿Cómo enlazó con el representante de Sokolov, Franco Panozzo?
R Le envié una caja de champán a su casa. Yo aún trabajaba en el mundo financiero y cuando fue a Londres me pidió que le echase una mano con la promoción de Sokolov. Panozzo me animó a cambiar las finanzas por la música.
P Hábleme de su experiencia de haber sido el primer pianista clásico en firmar con Warner Bross Records.
R Fue una experiencia fantástica pero es una empresa demasiado grande que lo quiere controlar todo así que rompí con ella porque soy bastante tiquismiquis y cree mi propia discográfica.
P Usted es un pianista de música clásica atípico, si me lo permite.
R Tengo gran respeto a los pianistas convencionales pero me gustaría que se acercasen más al público que les va a ver, que le dedicasen unas palabras antes del concierto, que fuesen más accesibles y que se relajasen. Deberían de ser menos quisquillosos.
P ¿Ha conseguido convencer a la gente de que cualquiera puede aprender a interpretar a Bach en seis semanas con una dedicación de 45 minutos diarios, según promete usted en uno de sus libros?
R Hay gente que me envía vídeos que demuestran que lo han conseguido. No es algo difícil si te concentras en el reto.
P Anime a los jóvenes a aficionarse a la música clásica.
R Los jóvenes no son el problema. Son más abiertos de mente que la mayoría de los adultos que conozco. Yo actué en el Sónar y el público era más tranquilo y callado que el de algunas salas de concierto en las que he estado. Lo que hay que hacer es acercarles este tipo de música y es difícil porque no se sabe por dónde empezar. Por eso escribí 'Playlist', como trampolín hacia el nuevo mundo de la música clásica.