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Una historia de últimas oportunidades

El alicantino Luis Moya firma el guion de Una ventana al mar, coproducción hispano-griega protagonizada por Emma Suárez estrenada en el Festival de Cine de San Sebastián

Emma Suárez en Una ventana al mar.

La vida no tiene segundas sino últimas oportunidades. Por eso María, funcionaria bilbaína de 55 años, decide emprender un viaje al pequeño paraíso de Nisyros cuando le diagnostican un cáncer terminal. Y surge entonces en aquella preciosa isla griega el amor -un amor profundo, regenerador, ilusionante, curativo- con Stefanos, aflorando la incógnita que lo puede cambiar todo: ¿vale la pena volver a España ante la incertidumbre de la enfermedad y de un improbable regreso a Grecia, o bien vale la pena vivir hasta el final, como en una última oportunidad, esta relación amorosa?

El alicantino Luis Moya firma el guion de la película Una ventana al mar, protagonizada por Emma Suárez (dos Premios Goyay dirigida por Miguel Ángel Jiménez, recientemente estrenada en el Festival de Cine de San Sebastián con una gran acogida entre el público. Un drama-romántico que pretende remover conciencias que también emociones, suscitar preguntas y entender que, ante la incerteza, todo o nada puede cambiar en un instante.

«Miguel Ángel Jiménez y yo viajamos a la isla de Nisyros por el proyecto de otra película. Y allí en la isla alquilamos unas motos y dimos un paseo. Nos quedamos prendados por el paisaje. En una curva, Miguel Ángel me hizo parar porque estaba atardeciendo. Y me dijo una cosa: 'Cómo me hubiera gustado que mi madre estuviera aquí y hubiera podido ver esto'. Su madre acababa de fallecer unas semanas antes. Y a mí me emocionó y, sus palabras, digamos que las retuve. Las tuve guardadas durante más de un año. Buscábamos un nuevo proyecto y, entonces, le dije: '¿y por qué no contamos esta historia?'. Una historia que después fue tomando su propia personalidad, su propia forma, hasta la película en que se ha convertido ahora», comenta Luis Moya, especialmente satisfecho por el papel de la actriz Emma Suárez en el personaje de María.

«¿Cómo fue su elección? Pues recuerdo que tenía el contacto de Emma Suárez, le llamé, le conté la historia, y me dijo si le podía acercar el guion a su casa para que se lo leyera. Y lo hice. Unas semanas después nos reunimos con ella y su representante. Le encantó el guion, le gustó. Y salimos del hotel Miguel Ángel y yo increíblemente emocionados porque íbamos a trabajar con Emma Suárez. Y así ha sido», detalla.

Para Moya, que también se ha encargado de hilar las tramas de la exitosa serie La casa de papelLa casa de papel, de Netflix, el tema del cáncer en el filme no se ha querido abordar desde un prisma «arduo, oscuro y muy duro», sino más bien desde un ángulo «luminoso, honesto con y contra la realidad de la enfermedad».

«Para mí, una de las cosas más difíciles es conseguir que las historias de amor sean reales. Eso es lo más complicado. Luego están los actores, como Emma Suárez en el caso de María, o Akilas Karafisis con Stefanos, que entendieron la historia bien y lo hacen increíble. Pero el amor es difícil sobre el papel, porque el amor es algo que se escapa entre las manos, es difícil de atrapar, por eso lo mejor es fijarnos en nosotros mismos, partir de nuestra experiencia, ser honestos y contarlo lo mejor posible», señala Moya.

«En el fondo de la película, lo que decimos es que en la vida hay que atreverse con todo, hasta cuando las cosas vienen mal dadas, hay que atreverse, hay que vivir con pasión ese tiempo que se te concede. Porque la pasión es la manera de robarle tiempo a la muerte, es lo mejor que podemos hacer. Por eso se habla de la energía y del empuje que tenemos nosotros mismos en nuestra vida cotidiana, en nuestros problemas, que nos cuestan controlar, que nos abruman, como cuando tienes la enfermedad del cáncer», reflexiona Luis Moya sobre un filme que, además, se adentra en el universo femenino.

«Nosotros queríamos hablar de un tipo de mujer que pocas veces vemos reflejado en el cine. Madre de 50 años que también es abuela. Una mujer mucho más dinámica, que habla idiomas, que viaja con sus amigas, que tiene sexo... no es el cliché de una abuela. Queremos hablar de un perfil que se pasa por alto. Una mujer madura que tiene nietos pero que tiene muchas más cosas por delante para hacer, vida y proyectos por desarrollar como cualquiera de nosotros», agrega.

Una ventana al mar fue acogida con expectación en el Festival de Cine, y puede que también se deje ver por el de Málaga, otro de los grandes escaparates del séptimo parte en España. Luis Moya asistió al pase del estreno, y admite que salió encandilado por la reacción de los espectadores.

«Se escucharon muchos aplausos y la gente salió muy emocionada del cine. Y, bueno, al fin y al cabo, haces películas para eso, y yo sinceramente tengo muy buenas sensaciones en esta película que podrá verse el año que viene y que podrá funcionar mejor o peor, llegue más pronto o tarde a las salas. Pero sí me gustaría que a la gente le parezca una buena historia, que salga del cine con ganas de hablar a las personas de su lado, de hacer viajes, con ganas de hacer y proponer. Que salga ilusionado y con ganas de abrazar a la gente que quiera», concluye el alicantino Luis Moya, que firma el guion de Una ventana al mar junto a Luis Gamboa y Miguel Ángel Jiménez.

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