Dos primeros espadas de la literatura pasaron ayer a engrosar la lista de Planeta. Y en un doble sentido. Por un lado por alzarse como galardón y finalista, y por otro por entrar en la nómina de autores de la editorial. Javier Cercas (Cáceres ,1962) y Manuel Vilas (Huesca, 1962) se convirtieron en ganador y finalista, respectivamente, de este galardón, dotado con 601,000 y 150.250 euros.

Javier Cercas firma su décima novela y lo celebra ganando el Planeta con una novela de intriga, con la que la editorial le arrebata este escritor de éxito asegurado a Random House. Terra Alta, presentada con el titulo Cristales rotos y el seudónimo Melchor Marín, se acerca a la historia de un exdelincuente convicto, actual mosso d'esquadra en Gandesa y héroe en los atentados yihadistas de Cambrils en 2017, que se enfrenta a la resolución de un triple asesinato por la que tendrá que pagar un precio muy alto.

«Este libro es un intento de cambiar, de convertirme en otro escritor, de reinventarme, que trata que ser radicalmente distinto de todos los libros que he escrito hasta ahora y al mismo tiempo radicalmente fiel a ellos», destacó el escritor tras conocer el fallo del certamen.

En una de las galas más complicadas para Planeta, celebrada en el Museo Nacional de Arte de Cataluña con las protestas por la sentencia del procés en las calles, Cercas, ganador del Premio Nacional de Narrativa en 2010 por Anatomía de un instante, afirmó que la novela «intenta ser una reflexión sobre unos asuntos que a mí me interesan y que por desgracia están de moda: el valor del sentido de la ley, la posibilidad de la justicia y la legitimidad de la venganza, pero sobre todo intenta ser la epopeya de un hombre en la búsqueda de su lugar en el mundo».

El escritor extremeño, que saltó a las estanterías de las librerías de primera fila con Soldados de Salamina (2001), destacó que todos los libros que ha escrito los concibe «con un tinte policiaco y aquí también lo he hecho». «En un lugar como Terra Alta nunca pasa nada hasta que aparecen asesinados en su casa los propietarios de una de las mejores empresas de la comarca. El encargado de investigar será ese joven cargando a cuestas con un pasado tremendo que cree haber enterrado bajo un presente feliz».

Una historia sencilla y común

Manuel Vilas, hasta ahora en la editorial Alfaguara, se acerca al desgarro narrativo que tanto éxito le dio en Ordesa, novela que lleva ya más de 15 ediciones, y pone negro sobre blanco un ejercicio de autorreflexión y una mirada descarnada a la sociedad española.

Y lo hace con Alegría, presentada como Tal como éramos y el seudónimo Viveca Lindfors, que gira en torno a un hombre de mediana edad atormentado por sus propios demonios, como la depresión, el paso de los años o la muerte de sus seres queridos, que lleva al lector a vivir con él su inexorable camino hacia un tiempo de comprensión y felicidad.

«La novela es una invitación humilde al lector para recordarle con intensidad que la alegría es un derecho de todos los seres humanos», aseguro Vilas. «Es una historia muy sencilla y muy común, un hombre que en la madurez de la vida se da cuenta de que la alegría es el mejor sentimiento, más que el de la felicidad, y que la alegría es la contemplación de los seres queridos de los seres a los que amas».

Para el autor, «es una novela sobre el amor, sobre la relación entre padres e hijos, también sobre los viajes, porque el protagonista está constantemente en movimiento, hay muchos países, hay muchas ciudades y muchos hoteles». Además, aseguró, «también es una historia que quiere hablar del presente social y político de España y del mundo. Tiene una intención de carácter social y un pensamiento de carácter político. Es la búsqueda de sentimientos puros en un tiempo de desesperación colectiva».

El Premio Planeta, que alcanzó este año su 68 edición, contó con la presencia de la presidenta del Congreso, Meritxel Batet; la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo; el ministro de Cultura, José Guirao, y la alcaldesa de Barcelona, Ana Colau, pero con ninguna autoridad de la Generalitat, como ya esa habitual en los últimos años.

A esta edición se presentaron 564 novelas, procedentes de numerosos países, y el jurado estuvo integrado por los escritores Alberto Blecua, Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas y Rosa Regàs, además de Belén López, directora de Editorial Planeta y secretaria del jurado.