La escritora Siri Hustvedt, que recibirá el viernes el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2019, reivindicó ayer en Oviedo la «autoridad femenina» para tratar de acabar con esos «mitos inconscientes» que vinculan el plano intelectual a los hombres y el emocional a las mujeres. La novelista, ensayista, poetisa y estudiosa feminista estadounidense realizó esta reflexión en una rueda de prensa celebrada tres días antes de recibir, de manos del rey Felipe VI, este galardón que se le concede por su contribución al diálogo interdisciplinar entre las humanidades y las ciencias desde una preocupación por las cuestiones fundamentales de la ética contemporánea.

Hustvedt, nacida en Minnesota en 1955 y de origen noruego, llama a «combatir con todas las fuerzas» esas estructuras de poder del mundo occidental que están «dominadas por los hombres». La experta en neurociencia y psicoanálisis y considerada una de las figuras más ambiciosas del panorama actual de las letras, dijo sentirse «muy agradecida» por el premio que es «un regalo del cielo» y lamentó que aún haya hombres que «dudan» de la literatura escrita por las mujeres. «Hay muchos hombres heterosexuales que no se sienten bien» leyendo autoras femeninas, destacó la autora, traducida a más de treinta idiomas, que llegó a la capital asturiana junto a su pareja, el escritor, Paul Auster, quien hace trece años recibió la misma distinción. Hustvedt critica que aún existan «ideas implícitas y antiguas» entre ambos sexos que están embebidas desde hace siglos en la cultura occidental, aunque admite que las cosas «han mejorado». En este punto, la autora de La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres y Un mundo deslumbrante, reconoció que ha vivido en primera persona distintas formas de «denigración».