P La fusión nuclear puede provocar una explosión. ¿La de su música también?
R Bueno, provoca explosión de energía, desde luego que sí. Contando que estamos haciendo un repertorio que cumple ya más de 20 años y son canciones que por su temática y ritmo siguen tan vigentes y las disfrutamos tanto en directo, sí, explosión de energía hay.
P En 2017 Amparo Sánchez volvió a reunir a Amparanoia y publicó El coro de mi gente con muchos amigos que reinterpretaron sus grandes temas. Más de dos años después, ¿está satisfecha del nuevo recorrido?
R Pues sí, estamos muy muy satisfechos. Tanto que en un principio iba a ser una gira de un año, 2017, luego decidimos alargarla a 2018 porque nos quedaban fechas internacionales por hacer, y ya a mitad del año pasado decidimos que íbamos a seguir en 2019. La banda está armada, nos lo pasamos muy bien, la gente sigue teniendo ganas de vernos y además vimos que podíamos hacer compatible la gira con otros proyectos de cada uno. Fíjate si estamos animados que vamos a grabar un álbum, nos hemos venido arriba.
P ¿Les vino bien poner esa distancia durante un tiempo?
R Sí, sobre todo en mi caso. Es que todo mi tiempo estaba dedicado a Amparanoia y realmente era un día de la marmota todo el tiempo, con muchas experiencias maravillosa, pero sin poder hacer nada más. El parón después de la gira de 2008, me ha permitido hacer tres albumes como Amparo Sánchez y me ha servido para buscar otros registros de mi voz. Pero la sorpresa al volver a tocar estos temas es curioso. El tiempo no existe en música, parecía que estábamos en los 90, fue un subidón y tienen que seguir.
P ¿Qué da Amparanoia que no puede dar Amparo Sánchez en solitario?
R Soy la misma persona. En solitario lo que había era otra propuesta musical y otro repertorio. El primer álbum, Tucson-Habana, era muy íntimo, my tranquilo, pero esto también tuvo su evolución. Necesitaba un cambio radical, tenía que hacer justo lo contrario. Luego ya en Alma de cantaora empiezan a aparecer colaboraciones y ya tiene un poco más de alegría, y en Espíritu del Sol ya podría tocar los temas con Amparanoia. Ha habido una evolución, pero soy la misma persona, lo único es que he necesitado un tiempo para poder mostrar otra parte de mí. Igual que ahora van a venir dos trabajos al margen de Amparanoia. El 1 de diciembre sale Hermanas, con la poeta Maria Rezende. Ahí hay otra Amparo y el año pasado salió la tercera edición de La niña y el lobo, y esa será otra parte de mí. No tengo que ponerme límites sino ir creando y fluyendo, y compartiendo con vosotros. Hay muchas amparos, no me quiero limitar.
P El momento social y económico es complicado. ¿Amparanoia reivindica con sus letras la necesidad de compromiso en el mundo del escenario?
R No me gusta unificar todo porque no va unido todo. Yo soy una persona comprometida socialmente como persona y como artista hay veces que puedo también ser activista. Luego con Amparanoia las canciones que estamos preparando pues sí puede haber reivindicación, no es que escriba pensando en denunciar algo, va como dentro de las canciones. Reivindicar en mis canciones es un sentimiento no un propósito.
P ¿Qué cree que es lo que más necesita ser reivindicado y qué es lo que la música puede reivindicar mejor?
R Yo estoy básicamente interesada desde hace un tiempo en la visibilidad y la igualdad de la mujer, centrándome en el campo de la música. Soy organizadora de Esperanza es Mujer, festival en el que apostamos por darnos visibilidad tanto dentro como fuera del escenario. A una instrumentista le cuesta trabajo que la vean como guitarrista o batería, ya no te digo los técnicos. En festivales somos un 1 o 2 por ciento y eso tiene que cambiar en algún momento. Los promotores tienen que ser conscientes de que hay que hacer conciertos en los que haya igual número de mujeres y hombres. Y que los compañeros varones, cuando necesiten un músico o técnico nuevo, que piensen en la posibilidad de que vayamos integrándonos. Seguimos ganado menos no tenemos la misma visibilidad. Todos los hombres que me rodean a mí son feministas y nuestros compañeros nos tratan muy bien, pero sí hemos pasado procesos de machismo, a lo mejor a la hora de firmar un contrato, lo que se exige a nivel estético...
P Además de artista es productora y el próximo mes presente el disco de Yonse Tormenta herida . ¿Qué tiene que tener un artistas para que apueste por él?
R Las producciones que he hecho hasta ahora desde luego me ha tenido que buscar la propuesta musical y luego he tenido que tener algo o bastante de conexión para realmente implicarme en algo tan personal como hacer un disco. Los primeros álbumes que produje los sentí como una gran responsabilidad y ahora los escucho y me siento muy orgullosa del trabajo que hicimos.
P El concierto que va a ofrecer en Alicante es en un entorno natural, el Castillo de Santa Bárbara.
R Ese concierto lo vamos a hacer en dúo mi guitarrista Willy Fuego y yo. Este formato me encanta, es dar las canciones desnudas pero en toda su esencia y contamos con la complicidad del público y la manera de interpretar también es diferente. Y además lo compartimos con Las Migas que son muy buenas amigas y haremos alguna colaboración. Me hace mucha ilusión porque hace tiempo que no voy a Alicante.
