Se llevan once años de diferencia pero los dos nacieron un 3 de octubre y el día que se conocieron en el festival de cine de Albacete (Abycine 2008) era, además, su cumpleaños. Adán Aliaga (San Vicente del Raspeig, 1969) y Chema García Ibarra (Elche, 1980) no solo comparten fecha de nacimiento en el calendario. Los cineastas alicantinos coinciden estos días en la capital donostiarra al haber sido seleccionados por el Festival de Cine de San Sebastián para presentar sus nuevos trabajos: El cuarto reino de Aliaga El cuarto reino , largometraje que sucede al exitoso cortometraje The Fourth Kingdom, presentado este fin de semana junto a otras 15 películas destacadas en el ciclo Made in Spain; y el corto Leyenda dorada de García IbarraLeyenda dorada, que ayer comenzó su exhibición en Zabaltegi-Tabakalera, sección competitiva que muestra las propuestas más sorprendentes del festival.

Ambos han tenido ya elogiosas primeras críticas con sus respectivos trabajos, que además han codirigido con otros directores (Àlex Lora con Aliaga e Ion de Sosa con García Ibarra), fuera de su entorno natural alicantino y ambas propuestas se independizaron de un proyecto anterior ( El cuarto reino, del corto que le precede y que fue nominado a los Goya, y Leyenda dorada, de un proyecto de largometraje dirigido por De Sosa).

Ninguno ha visto el último trabajo del otro pero se siguen los pasos y hablan cómodamente de las películas ajenas más que de las propias. Aliaga destaca que tras ver El ataque de los robots de Nebulosa-5, el primer corto de García Ibarra que fue a Sundance, se sorprendió gratamente diciendo «¿pero qué es esto?» y no duda en asegurar que «Chema es uno de los directores más importantes no solo de Alicante, sino de España y de Europa. Aquí no tiene la dimensión que tiene fuera porque los cortos no se ven normalmente salvo en festivales, pero su obra es mundialmente reconocida».

Ese reconocimiento, a su juicio, obedece al cine personal que hace el ilicitano, a camino entre el costumbrismo y el toque fantástico: «Tiene un sello propio, una línea artística, estética y conceptual muy poderosa, que sigue manteniendo y lo hace desde Elche con las cosas muy claras: no música, no actores, planos fijos... Un cine muy cercano con un punto mágico y ese es su éxito, una personalidad que mantiene en toda su obra», afirma el de San Vicente, que debutó en San Sebastián en 2005 con La casa de mi abuela.

Esa película, precisamente, fue «muy importante» al inicio de la carrera de García Ibarra: «Yo creo que empezaba entonces a hacer cortos, o no había ni empezado, y al ver esa película pensé que se podía hacer muy buen cine aquí al lado y con gente de aquí. La casa de mi abuela fue un referente muy importante La casa de mi abuelaen la celebración de lo autóctono», explica el director de Misterio y Protopartículas, que recuerda que se quedó «loco perdido» al ver «cómo utilizó en la película la cementera de San Vicente como si fuera un escenario de ciencia ficción».

Ambos coinciden en la independencia de su cine. «Ninguno somos mainstream -apunta Aliaga-, yo experimento más entre el documental y la ficción y él tiene un estilo muy definido que sigue manteniendo con el tiempo y quizás tenemos un punto de conexión en El arca de Noé [película codirigida con David Valero], pero creo que nos acerca nuestra forma de ver el mundo y la forma de hacer películas es parecida. También los dos seguimos instalados en la periferia, no nos hemos ido a Madrid o Barcelona».

García Ibarra, que rechaza el «cosmopolitismo» en el cine, «esa centralización absurda que hace que te encuentres películas que lo mismo da que las hagan en Austria o en Etiopía» considera que Aliaga, «no reniega de lo autóctono sino que lo celebra con mucha sensibilidad y mucha dignidad. Muchas pelis presentan lo local de forma humorística y Adán lo hace con mucha entidad. Creo que coincidimos en cómo utilizamos el espacio local, yo de forma más austera y él con más recursos».

Ambos coinciden ahora en un proyecto conjunto: el primer largometraje que prepara García Ibarra ( Espíritu sagrado) será coproducido por Jaibo Films, de Aliaga y Miguel Molina, para quienes es un «honor» participar, mientras el ilicitano destaca de ellos que «entienden perfectamente» su cine.