Rito, la fusión de la danza de Asun Noales y Sebastián Rowinsky y las esculturas de Susana Guerrero, celebró ayer en Italia tres años de espectáculo en gira desde su estreno en el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante, en octubre de 2016. Un museo excavada en las cuevas de la localidad de Matera -capital europea de la Cultura 2019- ha sido el último escenario donde se ha representado esta «instalación bailada», destinada a público reducido que en ninguna de las paradas ha superado los doscientos espectadores.

«No es danza, ni es una exposición, es una pieza diferente que hemos representado en museos, en teatros con el público sobre el escenario y en sitios específicos como un patio o el hall del Mercat de les Flors en Barcelona», apunta la coreógrafa ilicitana, Asun Noales, que destaca que este es un espectáculo «muy especial y muy íntimo que habla de los orígenes y encaja perfectamente con este espacio». El acto se enmarca en una exposición con otros artistas respaldado por la Embajada española en Roma y en colaboración con Casa Mediterráneo.

Esta instalación artística nace de una visión sincrética de la danza y el arte contemporáneo que parte de las ofrendas a los dioses en las culturas antiguas, principalmente la Grecia clásica y la cultura mixteca. En ella, los bailarines se expresan dentro de un círculo que defienden un total de cien cabezas de jaguar de arcilla blanca esmaltada de Guerrero, que permanecerán allí hasta el 13 de octubre.

Esta es la tercera salida internacional del espectáculo -que mantiene intactas las esculturas de Guerrero- después de haber visitado el Festival de Mimo de Perigueux (Francia) y el Tanzfakture de Colonia (Alemania).

Del mismo modo, Rito ha pasado por una quincena de espacios en el territorio nacional, desde el Centro Botín en Santander o el templo de la danza del Mercat de les Flors en Barcelona,. el teatro Echegaray de Málaga o los festivales Danzaldantzaldia de Bilbao o Cádiz en Danza.