El diploma del Premio Príncipe de Asturias de Eusebio Sempere, una postal destinada al artista de Onil con un dibujo de Saura, una carta de Sorolla a Heliodoro Guillén Tato, la partitura más antigua de Óscar Esplá, que data de 1905, una foto en la que aparece Emilio Varela en Tabarca en 1928. Estos son algunos de los documentos a través de los cuales la Fundación Caja Mediterráneo abre la puerta de su centro de legados al público y con ella, la de la historia de la provincia.

Son más de 180.000 los documentos y objetos personales que este centro ha ido atesorando a lo largo de los años y ahora una parte pequeña pero representativa de esos fondos se puede ver en un nuevo espacio en lo que era la sala de lectura de la Biblioteca Gabriel Miró, como parte del proyecto La Llum. Centro de Documentación, Investigación e Innovación Educativa.

«El archivo pasa de ser un espacio de conservación a un lugar de diálogo social y aprendizaje», aseguró Carmen Velasco Lillo, responsable del proyecto, durante la presentación de esta iniciativa que contó con la presencia del director del Instituto Cervantes, Luis García Montero -acompañado por Rosa León-; el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, y el alcalde de Alicante, Luis Barcala, que acompañaron al presidente de la Fundación Caja Mediterráneo, Luis Boyer.

«Sacamos a la luz lo que antes estaba destinado a investigadores», destacó Boyer en el acto. «Hoy rompemos con el hecho de que estos legados estén solo al servicio de los investigadores, aunque hay un espacio para que trabajen; se abren al público y a otros lugares a los que podamos llegar», en referencia al acuerdo con la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante. «Se van a escanear de nuevo los documentos para poder difundirlos a través de la Cervantes».

El Centro de Legados incluye los fondos de 21 intelectuales y artistas, algunos de ellos de los artífices de la modernidad alicantina, una generación que destacó en la cultura y la creación de principios del siglo XX. La filosofía, afirmó Boyer, es que «puedan darse a conocer y ponerlos a disposición de las instituciones para que los difundan».

Relación entre intelectuales

La Llum dedica su primera exposición, que irá cambiando en principio cada curso, a cuatro de los grandes intelectuales del pasado siglo: Eusebio Sempere, Óscar Esplá, Gabriel Miró y Emilio Varela, bajo el título Diálogos.

Alrededor de 130 documentos y objetos relacionados con estos creadores se muestran en un original montaje sobre peanas de madera «que trazan un mapa del conocimiento», añadió Carmen Velasco, «intentando mostrar la abundancia de fondos y el valor de lo original».

En este recorrido, destaca «la relación entre los intelectuales del momento, un engranaje que favorece el conocimiento», algo muy importante para Alicante «porque gracias a ellos venían a esta provincia grandes intelectuales que no eran de aquí».

De ahí, la importancia y representatividad de cartas, postales o fotografías intercambiadas entre ellos. «Queremos mostrar que se expone un documento pero que hay muchos más en los fondos». Como ejemplo, se expone una postal de Dámaso Alonso a Gabriel Miró, pero hay 144 en el Centro de Legados; una partitura significativa de Esplá, de las 76 que se custodian, o seis libros de la biblioteca particular de Esplá, de los 1.600 archivados, con dedicatorias de otros intelectuales.

Además de la exposición documental, la sala cuenta con un espacio dedicado al proceso creativo de estos cuatro alicantinos. Para ello, se exhibe el piano Pleyel de Esplá, construido en París en 1929; la paleta que usaba Varela, aún con restos de pintura; dos cuadros de Sempere, de su proyecto para IBM de 1968, y el despacho original de la biblioteca de Gabriel Miró en Madrid, con los libros tal como él los tenía y que contienen dedicatorias de grandes escritores, como el poeta Rafael Alberti. Queríamos mostrar el lado más humano de estos artistas», destaca la responsable del Centro de Legados.

Otra parte destacada de este proyecto es la faceta educativa, «como uno de los grandes pilares de esta iniciativa». Espacio de la Memoria es el programa de innovación educativa en el que se trabaja para difundir los legados entre los más pequeños a través de visitas y talleres: El Archivo, un espacio por descubrir y Más allá del esfuerzo.

En esta iniciativa, la Fundación Caja Mediterráneo cuenta con el apoyo de la Diputación Provincial. En este sentido, el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, destacó la importancia de que esa parte del pasado «la conozca no solo el gran público sino también el pequeño público, y la Diputación va a contribuir con su trabajo y económicamente con el proyecto de difusión de estos legados de nuestros grandes símbolos entre los más pequeños».

También, afirmó, «es de justicia reconocer a las familias y los poseedores de estos legados esta entrega por la generosidad de ponerlos al alcance de la sociedad».

Como un día importante definió el alcalde de Alicante, Luis Barcala, la presentación de ayer. «Tenemos literatos, pintores, investigadores... y eso demuestra el talento de nuestra tierra» y «nuestra responsabilidad es generar los espacios y las oportunidades para que ese talento se desarrolle». Lo importante en su opinión es que «quienes tienen talento, tengan la esperanza de que se talento tendrá su medio de expresión y su apoyo».

También recordó los tiempos en que las cajas de ahorros impulsaban un fondo para impulsar la cultura en la provincia. «Esta fundación mantiene viva esa llama y esa luz».

«El diálogo generacional es fundamental en la sociedad»

El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, muestra su disposición a colaborar

«Me gustaría poder aprovechar toda la riqueza de este legado para hacer una presentación cultural de la historia de Alicante, tanto en el Instituto Cervantes de Madrid como en los centros que tenemos por el mundo, así que espero que podamos colaborar estrechamente». Así mostró su predisposición a trabajar con La Llum, Luis García Montero. «Estamos aquí celebrando el legado de algunos de los fundadores de la modernidad; convertir en memoria la modernidad es una invitación a tomar conciencia del sentido de nuestro tiempo y de nuestro compromiso con la vida».

El poeta, que acudió a la presentación de este centro acompañado por la cantautora Rosa León, destacó que «ese es el sentido de la historia, ver cómo la memoria sirve para alentar la vida. Heredar lo mejor de los padres de la modernidad nos invita a comprometernos con lo mejor de nuestras ilusiones para el futuro».

García Montero, que recordó que su primera reunión de directores del Cervantes fue en Alicante, viaje que aprovechó para visitar la Casa Museo Azorín, afirmó que «el diálogo generacional es fundamental en la sociedad, aprendiendo lo mejor de los mayores y de los jóvenes, y una fundación como esta busca la luz en el diálogo del pasado con el presente».

«Yo me dedico a la literatura y la ciudad de Alicante y la UA son hoy un referente en la cultura del siglo XXI; gente muy joven que está marcando buena parte de la cultura española y eso, sin duda, se debe a que ha sabido recibir la herencia del pasado».

El director del Instituto Cervantes aseguró que si tuviera que elegir, se quedaría con el legado de Gabriel Miró. «Me pondría a indagar en esas ediciones dedicadas por Valle Inclán o Lorca que tiene en su biblioteca».