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El fotógrafo que revolucionó la moda

Peter Lindbergh, fallecido ayer a los 74 años, retrató a modelos y actrices famosas sin maquillaje y sin photoshop

El fotógrafo Peter Lindbergh. efe/TOBIAS KLEINSCHMIDT

Nacido en Leszno (Polonia, 1944) y nacionalizado alemán, Peter Lindbergh fue pionero en la fotografía de moda, en la que no solo quería mostrar vestidos bonitos, su empeño se concentraba en retratar a las modelos con personalidad propia. «Las modelos eran tan perfectas en color, que parecían anuncios de maquillaje, pero en blanco y negro era más fácil ver quiénes eran», explicaba el fotógrafo en el libro que reunía su trayectoria Peter Lindbergh, a different vision on fashion photography (Taschen).

Una imagen de varias modelos entre las que se encontraban Christy Turlington, Linda Evangelista, Rachel Williams y Tatjana Patitz posando divertidas en la playa con una sencilla camisa blanca, cambió su vida, no por casualidad. Una fotografía en blanco y negro que resquebrajaba los tradicionales arquetipos de la fotografía de moda y demostraba que las modelos podían lucir hasta la prenda más sencilla con espontaneidad y sin parecer una figura de cera. Nunca se llegó a publicar por romper con los cánones habituales y, sin embargo, años después Sotheby's la sacó a subasta por 75.000 euros.

Cindy Crawford, Naomi Campbell, Claudia Schiffer o Kate Moss crecieron profesionalmente bajo su objetivo. Después llegarían actrices que cayeron rendidas a la belleza de sus imágenes como Cate Blanchett, Angelina Jolie, Penélope Cruz o Uma Thurman, entre otras muchas.

En el mes de julio, Rosalía protagonizó la portada de Vogue España retratada a través de su objetivo, libre de aderezos que el fotógrafo consideraba prescincibles como su característico «nail art» (decoración de uñas), una sesión ante la que la cantante confesó su nerviosismo por el respeto que sentía hacia Lindbergh. «Veo su trabajo muy ligado a nuestro país y a nuestras raíces, y siempre me pareció impensable que pudiera llegar a conocerle. Trabajar con él es un sueño a otra escala, un regalo que no voy a olvidar en mi vida», dijo la cantante.

Considerado uno de los más influyentes fotógrafos de los últimos años, trabajó para las revistas, además de Vogue, Vanity fair, Elle o Marie Claire.

Lindbergh realizó en tres ocasiones el célebre calendario Pirelli, la última en 2017, protagonizado por actrices como Nicole Kidman, Helen Mirren o Léa Seydoux, sin rastro de maquillaje, mostrando la belleza de mujeres de edades muy distintas retratadas con un halo de verdad abrumador.

«En una época en que a las mujeres se las representa en los medios como embajadoras de la belleza y la perfección, era importante recordar que existe una belleza diferente, más real y auténtica, no manipulada por la publicidad ni por nada», argumentó el fotógrafo durante la presentación del citado calendario.

Imágenes que se trasladaron a un libro, en el que la actriz británica Kate Winslet sorprendida, comentaba: «Cuando veo la diferencia de edad de las mujeres que formamos parte de este libro, me parece fantástico. Ninguna de nosotras ha sido retocada. Todas tenemos los años que tenemos y esa es la intención», aseguraba la artista.

El fotógrafo se declaraba enemigo incondicional de Photoshop, el programa de retoque fotográfico para mejorar una imagen, e incidida que lo «bello es una idea ligada a cada individuo» y determinante añadía en el libro Shadows on the wall: «Eres bello o bella cuando tienes el coraje de ser tú mismo».

Quienes con él trabajaron reseñan su calidez, su cercanía y así lo expresó la oscarizada actriz Julianne Moore tras una sesión fotográfica de la que fue protagonista. «Llegué despeinada, sin maquillaje, con los ojos hinchados y él me dijo: Estás perfecta. Hace que te sientas genial».

Lindbergh era muy severo con el mundo de la moda, que comparaba «con una vaca que come algo, lo regurgita, lo vuelve a masticar y vuelta a empezar». Pese a ello, era frecuentemente contratado para trabajos de ese mundo, aunque él trataba de imponer sus condiciones.

A lo largo de los años se fue destacando como un defensor de la mujer, que quería proteger de la amenaza de caer en estereotipos. «La imagen que se envía de las mujeres es escandalosa. Con Photoshop se crean robots, como si fuera una ventaja medir 1,80 metros y pesar 45 kilos. Esa norma nos lleva al fin de la civilización», señaló.

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