La «magia del cine» y un director japonés, Hirokazu Kore-eda, han hecho coincidir por primera vez en sus dilatadas carreras a Catherine Deneuve y Juliette Binoche, dos iconos del cine francés, en La verité, la cinta que abrió ayer la competición oficial de la 76 Mostra de Venecia.

La primera producción europea -rodada en Francia- del ganador de la última Palma de Oro de Cannes enfrenta a las dos actrices en un drama madre-hija, ligero y con toques de comedia, que juega con las contradicciones entre realidad y ficción.

«Este encuentro ha tomado dimensión porque ha habido una película para ello, el cine es magia porque hace que nos encontremos», dijo Binoche en la rueda de prensa previa a la gala inaugural de esta noche, mientras que Deneuve aseguró que ha sido «una gran sorpresa tras una gran espera».

La proyección para los periodistas fue acogida con tibieza, pero la expectación en la sala de prensa, abarrotada, era máxima y el equipo fue recibido con entusiastas aplausos.

En el filme, Deneuve interpreta a Fabienne, una vieja gloria del cine, entregada a su profesión, que se aferra a la fantasía y se resiste a confrontar la realidad, incluida la complicada relación con su hija Lumir (Binoche), que vive en Nueva York y decide ir a visitarla unos días junto a su marido (Ethan Hawke) y su hija.

La protagonista de Belle de jour aseguró que el personaje no tiene nada que ver con ella. «Interpreto a una actriz pero a la vez tengo la impresión de haber hecho un trabajo de composición, porque el universo de esa actriz y su relación con su hija están muy lejos de mí», señaló.

Binoche, por el contrario, que en la ficción es guionista de profesión, confesó ser, como Fabienne, muy obsesiva cuando actúa. «Pero también cuando cocino me entrego, creo que tener un medio a través del cual expresarse es un privilegio», dijo.

Deneuve y Binoche fueron las primeras estrellas en brillar en Venecia, donde también llegó ayer Brad Pitt y se espera a astros de Hollywood como Meryl Streep, Scarlett Johansson, Johnny Depp o los españoles Penélope Cruz y Antonio Banderas, ya que hoy el director manchego Pedro Almodóvar recibirá el León de Oro de Honor en reconocimiento a su carrera.

Polémica con Polanski

La polémica por la presencia de Roman Polanski en la Mostra arreció en la jornada inaugural al anunciar la presidenta del jurado, Lucrecia Martel, que no asistirá a la gala en la que se proyectará el último trabajo del cineasta, condenado por violación.

«No voy a asistir a la gala de Polanski porque represento a muchas mujeres que estamos luchando en Argentina por cuestiones como ésta, no deseo ponerme de pie y aplaudir», dijo Martel, al tiempo que consideró «acertado» que la nueva película del director esté en el festival «porque es un diálogo que nos debemos y qué mejor lugar que éste para emprender ese camino».

Polanski, en busca y captura de EE UU por la violación de una menor en 1977, presentará J'accuse: El oficial y el espía en la que dará su visión sobre el caso Dreyfus. Se espera que asista solamente su reparto, encabezado por su esposa Emmanuelle Seigner, junto a Jean Dujardin y Louis Garrell.

El otro tema en el que se ha abierto una grieta ha sido el de la escasa presencia de mujeres en la sección oficial: solo dos -la saudí Haifaa Al Mansour y la australiana Shannon Murphy-, frente a diecinueve hombres.