Morgan Blasco se marchó a Madrid hace años a formarse como actor con el también alicantino Juan Pastor, fundador del reconocido espacio teatral La Guindalera y a quien considera su maestro. Ahora es Blasco quien trae desde Madrid a Pastor para poner en pie Diktat, la primera producción de su recién creada compañía, Col·lectiu Intermitent, que se estrenará el 18 de octubre en el Teatre Arniches, donde ensayan desde el mes de julio.

En realidad, explica Blasco, el Arniches es el «centro neurálgico» donde se ha cocido todo. «Yo vengo de Altea los fines de semana a ver teatro y, desde que está Alicia [Garijo, responsable del IVC en Alicante y directora de la sala] casi siempre voy los viernes al Arniches. Aquí nos juntamos con Juan Sabas (responsable de la escenografía y vestuario) y Fernando Gómez Grande (traductor ) y un día Fernando me sugiere un texto que tradujo de Enzo Cormann y ahí se pone en marcha el mecanismo», explica el actor, que ha decidido «tirarse a la piscina» y producir esta obra -una historia de dos hermanastros de padres de diferentes etnias separados por una guerra civil en Yugoslavia- para Col·lectiu Intermitent, «un nombre que tiene mucho que ver con el estado actual de la profesión: siempre intermitentemente a ver qué sale, quién nos llama, qué hacemos... siempre con el chivato de la reserva encendida».

«Al final es la necesidad y las ganas de trabajar con ciertas personas con las que te sientes afín las que hacen que te pongas en marcha para dar salida a las inquietudes artísticas, a los proyectos que llevas dentro», apunta el actor, que antes de saber si el IVC le concedía una ayuda -11.459 euros concedidos finalmente- tenía claro que quería poner en pie Diktat. Y que quería hacerlo con Misó y con Pastor. «Con Toni porque es un pedazo de actor al que admiro y con Juan porque sigue siendo mi maestro y me apetecía mucho traerlo para acá. Juan es un enamorado de Alicante, viene después de tanto tiempo en Madrid y le cambia la cara».

Toni Misó, siempre a caballo entre Madrid, Valencia y Alicante, agradece «el esfuerzo que hace determinada gente por profesionalizar algo que ha sido terreno abocado a lo aficionado, un esfuerzo de gente que se fue y vuelve a Alicante para crear. Empezamos a ser conscientes de que hay un terreno para trabajar y hay que recuperar el espacio e intentar hacer algo en Alicante».

Ambos subrayan el impulso de los últimos años que Paco Sanguino dio desde el Teatro Principal, con las residencias y otros proyectos, y Alicia Garijo con su apoyo a compañías profesionales. «El tejido se va armando y por fin podemos producir aquí, no tenemos que ir a Madrid o a València a hacer teatro -destaca Morgan Blasco-, nos permiten tener un teatro para ensayar, algo que ya se ha hecho otras veces con compañías profesionales, y sin ese apoyo no sería posible».

Desde Madrid, Juan Pastor asiste a lo que considera «el nacimiento de algo nuevo en Alicante y hay que aplaudir a Morgan por atreverse, porque merece la pena trabajar con él y hacer algo en Alicante», una ciudad con la que Pastor tiene «una espinita clavada porque me fui hace años y siempre pensé volver, así que vengo ahora encantado». El director cree que Diktat es «fundamentalmente un trabajo de actores, un tour de force de dos actores en escena en una obra difícil y muy actual que toca temas muy interesantes como las raíces o la manipulación del nacionalismo».