El término «convención» es más propio de Estados Unidos que de Europa para aprisionar, en su significado, un macroevento cultural. Sin embargo, por el viejo continente tanto como por estos lares se suele optar por el concepto de «feria» o «salón» que, a fin de cuentas, viene a ser lo mismo.
En cualquier caso, si existe una convención por encima de cualquier otra, sobre todo en lo que atañe a su repercusión mediática, al prestigio y número de seguidores que es capaz de aglutinar por la calidad de sus presentaciones y por la alta presencia de estrellas marca Hollywood, esta es sin duda la Comic Con de San Diego. Un paraíso cultural, el sueño eterno de los protagonistas de The Big Ban Theory, el lugar donde se concentran las novedades más candentes en materia de superhéroes, cine, series y, por descontado, videojuegos.
Pues en este marco idílico cultural que también sirve de marco de presentación, de catapulta para exhibir y dar a conocer nuevos talentos, ha sido galardonado el alicantino Óscar Navarro, responsable de la música de Mask of Sanity, premio al mejor cortometraje en la Comic Con de San Diego.
Dirigido por Fran Casanova, la cinta, en el género del terror psicológico, narra la historia de Elizabeth Grese, una escritora de renombre gracias a su bestseller El asesino de la Polaroid, que se encuentra encerrada por un hombre que no revelará su identidad hasta el final de la historia. Así, atada de pies y manos, y desprovista de agua y comida, Elizabeth Grese tratará de escapar de tal terrible cautiverio mientras intenta averiguar la causa de su confinamiento.
«Se trata de una banda sonorosa muy psicológica que va directa a la mente del espectador. Trata, sobre todo, de meterte dentro del cortometraje, por lo que no es en absoluto una banda sonora, digamos, melódica. Aquí he buscado identificar, replantear ambientes de terror, de ansiedad y desesperación a partir de una protagonista que aparece toda magullada en el sótano siendo maltratada cada cierto tiempo por un señor que no conocemos. Mi labor es, con la música, eso mismo: angustia y desesperación metiéndonos en la mente oscura de este extraño personaje», comenta Navarro, que ha sido nominado al premio Goya por anteriores bandas sonoras como La Mula.
«La música siempre es importante en cualquier género cinematográfico por lo que también lo es sin duda en el terror. Principalmente porque jugamos con la psicología del espectador. Porque la música es quien conduce, es quien envuelve al espectador de la atmósfera de angustia», agrega el compositor de la banda sonora de Mask of Sanity. «El cortometraje está funcionando muy bien en distintos festivales internacionales y, bueno, ahora nos han dado el premio en la Comic Con, una de las convenciones culturales más grandes del mundo, por lo que estamos muy satisfechos por todas estas alegrías», añade Óscar Navarro.
Ambos cineastas, Fran Casanova y Óscar Navarro, habían coincidido en distintos proyectos vinculados al séptimo arte. Y de un tiempo a esta parte, puesto que tenían prismas similares, decidieron dar el paso para estrechar lazos con este trabajo audiovisual.
«Los tiempos son distintos cuando trabajas un cortometraje o un largometraje. Si tienes 15 minutos como aquí para narrar una historia todo tiene que ser más ágil, más comprimido, con un principio, desarrollo y final, claro, pero la dificultad sin duda está en el tiempo. Luego están las reuniones con el director, los cambios, dónde poner o no la música, pero aquí consta el tiempo», detalla.
Óscar Navarro anda inmerso también en otros nuevos proyectos en su carrera con el séptimo arte con la productora de Tadeo Jones, la cina de animación más taquillera del cine español, al tiempo que continúa con su carrera de músico. Así el autor de Hispania, el II Concierto de Clarinete, el Olimpo de los Dioses o la dedicada al marino Jorge Juan, Óscar Navarro ha estrenado recientemente una nueva obra dedicada a la Banda Primitiva de Llíria para la conmemoración de los 200 años de su fundación.
