La Pegatina, una fiesta para todos

La Pegatina bien vale una fiesta. Con el «himno» de Mari carmen, con el ritmo inconfundible de su música, con la diversión que aflora en cada instante del concierto, la banda catalana bien valió una fiesta en una segunda jornada del Rabolagartija en Villena de altísimo nivel.

La Pegatina va más allá de la música y, por ello, su implicación con el público fue total. No les vale, pues, solo con la perfección del sonido, tampoco con una cuidada selección de temas donde no faltó, por descontado, Lloverá y yo veré. La banda catalana, con ritmos ska en combinación con rumbas a otras más melódicas, se alió con los miles de asistentes para hacer reír, para hacer disfrutar hasta al final. Y de esa simbiosis, el éxito total.

Sonqueson o Muérdeme fueron coreadas, largamente aplaudidas, y sobre todo bailadas. Y de un lado a otro, al ritmo de La Pegatina, se movieron los miles asistentes con «ganas de comerse el mundo», que cantaba los catalanes.

Así siguió su curso el Rabolagartija de Villena, que se ha convertido con los años en referencia musical de la provincia en verano, acogiendo hace apenas unos días a Marea, el jueves a Morat y, ayer, a La Pegatina, sin olvidar otros clásicos del punk como Boikot o incluso la banda local Kanela en Rama. Una diversidad que alcanza a muchos públicos y, por tanto, gustos para todos.

De este modo, con Boikot tuvo cabida la reivindicación, la rebeldía y el compromiso. Con sus ritmos y letras, con temazos como Cualquier día, Sin tiempo para respirar o Hablarán las calles, Boikot ocupó ayer uno de los momentos clave de las actuaciones del Rabolagartija, de los más altos y esperados sin duda en el festival.

Además de La Pegatina y Boikot, el resto de actuaciones, algunas ya de madrugada, fueron Narco, Auxili, Los de Marras, Iratxo o Huracán romántica.

Y, para hoy, a modo de cierre, el Rabolagartija cuenta con Rozalén, Mafalda, La M.O.D.A., La Excepción, Benito Kamelas, Los Caligaris y la asistencia de unas 15.000 personas.