Las autoridades egipcias dejaron ayer en libertad a un turista estadounidense que fue detenido por fotografiarse frente a las pirámides de Guiza con las nalgas al aire, un nuevo episodio de posados controvertidos ante esa maravilla de la humanidad que traen de cabeza a los responsables arqueológicos del país. Si a finales del año pasado un pareja de daneses se grabaron desnudos en pose sexual encima de la pirámide de Keops, ahora un extranjero, del que hasta el momento no se han dado datos, ha sido el que ha querido hacerse una foto bajándose los pantalones.