Primavera de 2016. Arturo Fernández recorre España con la obra Alta seducción y en una rueda de prensa arremete contra el entonces director del Teatro Principal de Alicante, Paco Sanguino, al que acusa de vetarle en Alicante. En un entrevista en INFORMACIÓN al día siguiente califica al director de «fulano», de «no ser profesional» y de haberle quitado de la programación. Sanguino responde en redes que «todos los profesionales merecen respeto» y lamenta «no haber podido programar más del 7% de las propuestas que he recibido para cuatro meses». Dos años después, Alta seducción llega al Principal y Fernández dice que todo fue un «malentendido» por un correo que nunca llegó y califica a Sanguino de «magnífico dramaturgo» con quien es fácil entenderse. Y tanto que se entiendieron. Sanguino presenta la programación de verano del teatro bajo el lema «Todos al teatro, chatines».