Su primera pieza teatral, Las chapas, la escribió en 1961, con 21 años. Y solo tenía 33 cuando decidió abandonar la escritura dramática y dedicarse a su oficio de abogado. Fueron apenas doce años, pero en ese tiempo José Antonio Peral (Sutton Surrey, 1939-Alicante, 2015), que firmaba con el pseudónimo de J. D. Sutton por su lugar de nacimiento, puso negro sobre blanco una decena de obras teatrales. Después de 30 años de silencio, se decidió a dar vida a dos nuevas piezas dramáticas más y ya. Una producción no muy extensa, pero singificativa que ha quedado en el olvido, pese a que su figura fue destacada como fundador del grupo Alba 70 o como presidente de la Asociación Independiente de Teatro.

Ocho de esas obras ven ahora la luz, reunidas en un libro de más de 500 páginas, Teatro selecto de J. D. Sutton, que se presenta hoy, a las 19.30 horas, en la Casa Bardín. Allí estarán su hijo, Toño Peral, y el dramaturgo y exdirector del Teatro Principal, Paco Sanguino (ahora ambos concejales del Ayuntamiento de Alicante,el primero por el PP y el segundo por el PSOE), impulsor de la iniciativa y autor del prólogo, a los que acompañará el director del Gil-Albert, José Ferrándiz Lozano.

«Yo no podía admirar más a mi padre, aunque ahora, desde la perspectiva de toda su obra, veo la grandeza de todo lo que hizo y el gran dramaturgo que se ha perdido este país porque era un hombre con una creatividad y un deseo de innovar tremendo», afirma Toño Peral. La familia, asegura, ha decidido donar todo el fondo documental y el archivo personal al Gil-Albert. «Todos los originales, la documentación, los libros... creemos que es el sitio donde debe estar, a disposición de todos los alicantinos que es lo que él hubiera querido seguro».

Tal como refleja Sanguino en el prólogo, Peral es «un autor dramático con voz propia y una evolución sostenida con el transcuso del tiempo (...), con una idea clara de dibujar personajes que nos hagan refelxionar por nuestras relaciones humanas».