El Institut Valencià dArt Modern (IVAM) ha creado su propio microclima para luchar contra el calor. Bajo la nube de verano es la tercera intervención que programa el museo en su explanada para dar la bienvenida al verano. En esta ocasión, el protagonista será el agua. «Con el calor, la explanada del IVAM se convierte en un lugar inhóspito. Hace tres años que quisimos cambiar eso para convertir este espacio en un punto de encuentro y de recogimiento», explicó el director del IVAM, José Miguel G. Cortés, durante la presentación de esta pieza descomunal y enigmática, creada por el grupo de arquitectos alicantinos Aranea.

Bajo la nube de verano está compuesta por un anillo suspendido de 13x8 metros situado a una altura de 4,2 a 8 metros. La estructura, de 1.500 kilos, emite agua pulverizada, de ahí, que la intervención haya sido apodada como la «nube» del IVAM. «Aquí lloverá cuando decida la ciudadanía. La gente podrá decir si quiere que llueva viernes o sábado según sus necesidades», explicó el arquitecto Francisco Leiva, uno de los creadores de la pieza junto a la ingeniera agrónoma Marta García.

Ni el museo ni el colectivo de arquitectos han determinado todavía cómo será el proceso participativo. «Puede que sea a través de internet», señaló Leiva, aunque anticipó que el «calendario de lluvias» estará vigente los meses de julio y agosto.

El museo inauguró anoche la intervención con la asistencia de decenas de personas. Algunas de ellas, decidieron asistir en bañador. Aunque esta nube no solo es un espacio de recogimiento lúdico, sino una invitación al museo y un «homenaje a la era del selfi». «Queríamos que la pieza se viera desde lejos, que emergiera de los árboles de la calle. El aro se inclina ligeramente hacia la entrada del museo. Además, a través de la estructura puedes ver cosas diferentes: el cielo, los árboles, las paredes del museo y a ti mismo, lo que interpretamos como un tributo a la cultura del selfi», explicó otro de los miembros de Aranea. De hecho, el aro está cubierto con 22 placas metálicas que reflejan la luz.

«No ha sido fácil»

«Estamos muy satisfechos del resultado, pero no ha sido fácil», comentó Leiva durante la presentación de la obra. Según el arquitecto, tanto los responsables de la pieza como los operarios encargados de instalarla no durmieron durante la noche del pasado jueves. «Es una estructura muy grande y surgieron algunos problemas que tuvimos que resolver in situ. En un momento dado pensamos que no llegaríamos a tiempo. Pero aquí está», comentó Leiva por la mañana, cuando los operarios ultimaban la instalación de las placas.

«Este es uno de los trabajos más ilusionantes que hemos hecho, aunque no el más complicado», comentó Leiva. De hecho, Aranea confeccionó una pieza que se pudo ver en la Bienal de Venecia del año pasado. «Nosotros estudiamos en esta ciudad. Vivimos la inauguración del museo. Todavía recuerdo las primeras exposiciones. Volver para su 30 aniversario es muy emocionante», aseguró el arquitecto.

El IVAM volverá a programar este año varias sesiones de djs en torno a la intervención artística de esta explanada. La primera sesión tendrá lugar el próximo 5 de julio. Gracias a la «nube», el calor no será este año una excusa para no ir.