La alicantina que ayer recibió de manos de Felipe VI la Orden al Mérito Civil es Aurelia Bustos Moreno, una investigadora oncológica experta en la aplicación de los métodos de inteligencia artificial en la lucha contra el cáncer.

Bustos Moreno, de 45 años, ha sido una de las 41 ciudadanas y ciudadanos condecorados en el Palacio Real de Madrid por el Rey de todas las comunidades autónomas por ser ejemplos para la sociedad civil, en el marco del V aniversario de la llegada a la Corona de Felipe VI.

Fuentes de la Casa del Rey informaron de que la alicantina dedica todos sus esfuerzos a ayudar y prestar apoyo a las personas que se enfrentan a esta enfermedad.

Tras estudiar Medicina, Bustos decidió dedicarse a la investigación oncológica y su dura experiencia con pacientes que tenían cáncer en estado avanzado le llevó a estudiar ingeniería informática, disciplina que le permitiría progresar en sus investigaciones.

Desde entonces, se ha dedicado al desarrollo de diferentes proyectos en los que combina sus conocimientos en ambos campos.

La Casa del Rey destacó, entre ellos, la creación de Medbravo, una organización que desarrolla la tecnología y la infraestructura para clínicas y pacientes, centrada en la aplicación de los métodos de inteligencia artificial en la investigación en cáncer.

19 mujeres y 22 hombres

Entre los condecorados ha habido desde un ama de casa valenciana de 107 años, a una misionera madrileña en Haití o un donante de sangre sevillano. El Palacio Real congregó a un elenco de personas de diversas generaciones, procedencias y profesiones a las que Felipe VI calificó «expresión y ejemplo de los mejores valores humanos de la sociedad española».

En total, han sido 19 mujeres y 22 hombres quienes han recibido las condecoraciones, dedicados a oficios variopintos como maestros, empresarios, investigadoras, ingenieros, médicos, enfermeras o voluntarios.

Al frente del batallón de ciudadanos anónimos estuvo la valenciana Clotilde Veniel, que hace apenas un mes cumplió 107 años. La fundadora de la Asociación de Amas de Casa de la localidad de Bicorp se plantó ante el rey sin bastón para recibir la medalla.

Nacida en 1912, antes del comienzo de la I Guerra Mundial, Clotilde fue a palacio con una hija, una nieta y una biznieta, después de la sorpresa que se llevó cuando le dijeron que era una de las elegidas. «Qué tengo que hacerdelante del rey. Madre mía, de mi vida, casi nada», fue su reacción cuando la llamaron por teléfono. La princesa Leonor y la infanta Sofía la acompañaron del brazo hasta su asiento, un detalle que agradeció.

Otro de los veteranos al que Felipe VI impuso una condecoración fue el sevillano Eugenio Baisón, reconocido por haber donado sangre 161 veces. «La paz que uno siente al donar sangre es incomparable con nada», aseguró a los periodistas, a quienes reveló que ha sido padre a los 71 años.

La benjamina del grupo fue la voluntaria tinerfeña de Manos Unidas Natalia Díaz, de 19 años, que representa el espíritu solidario de la juventud española, y de Haití llegó la misionera madrileña Mónica de Juan, quien ayuda en un colegio en Cité Soleil, entre otros galardonados.