El historiador británico Ian Kershaw se detiene en su nuevo libro, 'Ascenso y crisis. Europa, 1950-2017: un camino incierto' (Crítica), en la Transición española, un periodo en el que se hizo "todo lo mejor que se pudo" para dejar atrás el legado del franquismo, del que "pasarán generaciones hasta superarlo".

"Soy un opinador externo y no soy quién para decir a España cómo abordar su pasado pero, a mi juicio, se manejó todo lo bien que se pudo. El legado de la Guerra Civil y Franco va a estar ahí durante generaciones hasta poder superarlo, pero no se puede tener un conflicto perpetuo con el pasado", ha señalado en una entrevista con Europa Press el autor.

En cualquier caso, ha señalado que "ciertos compromisos" deben de ser adquiridos respecto a ese pasado, al igual que se hizo en Alemania en los años 50. "Es cierto que hay rastros de pensamiento de extrema derecha que pueden encajar dentro de los nuevos problemas que están movilizando a la extrema derecha en Europa", ha añadido.

Otro de los apartados del libro fija su atención en el papel que jugó el Rey Juan Carlos I durante este periodo --en el libro habla de un monarca que "no era un demócrata por instinto, pero veía en qué dirección soplaba el viento"--.

"Su papel fue crucial y esencial para allanar el camino a la demcoracia. Apoyó a partidos prodemocráticos cuando no se veía la democracia y sus acciones tras el Golpe de Estado son fundamentales. Sin él, el paso a la democracia habría sido más difícil y, aunque haya caído en desgracia en los últimos años, eso no se lo podemos quitar", ha defendido.

Kershaw también ha hablado de los nacionalismos, aludiendo a la situación de Cataluña. "Mi esperanza es que este problema se resuelva y Cataluña se quede dentro de España, con su identidad separada, pero políticamente como una parte de España. En todos los casos somos más fuertes juntos que separados, también vale para Europa: mejor unida que fragmentada por separatismos", ha destacado.

Pesimista con el Brexit

En cuanto al 'Brexit', no se ha mostrado optimista respecto a su permanencia en la UE. "Es una situación que me entristece. Asumiendo que la marcha sea real, creo que es improbable que haya un retorno, aunque no se puede decir nunca jamás", ha lamentado, descartando prácticamente la opción de un segundo referéndum.

En estos últimos años, Kershaw ha identificado un auge de los populismos, algo que no achaca a la falta de educación en los jóvenes sobre el pasado. "En los dos países que conozco mejor, Alemania e Inglaterra, hay un populismo muy fuerte y la educación sobre el Holocausto está muy presente: la relación no es tan clara ni causal", ha indicado.

El historiador sí que habla de los "riesgos de una normalización" de la ultraderecha en Europa, que conllevan un aumento del "racismo y el antisemitismo". "Algunas ideas de estos partidos de ultraderecha están cogiendo empaque a medida que los partidos conservadores se mueven hacia la derecha: las visiones que a veces han sido muy extremas, ahora son más aceptables. Pero no hay que exagerar, la gran mayoría de la población sigue rechazando esas ideas y los movimientos populistas no representan a la mayoría", ha destacado.