El escritor y periodista Pedro Riera (Barcelona, 1965) vivió con su mujer en Yemen en 2009 y no pudo abstraerse de la gran barrera existente entre hombres y mujeres. Nunca había escrito un guion de cómic, pero de allí salió con uno en la cabeza y protagonizado por una joven doctora anestesista que conducía, fumaba y escuchaba música, a quien dibujó Nacho Casanova en El coche de Intisar (EDT, 2011).

Ocho años después, los lectores pueden saber qué ha sido de esta mujer rebelde en Intisar en el exilio (Astiberri, 2019), ahora en color e ilustrada por Sagar (Huesca, 1974). Ambos participan hoy a las 19.30 horas en el ciclo de escritores de Casa Mediterráneo para contar los pormenores de esta nueva novela gráfica presentada en el último Salón de Cómic de Barcelona.

«Cuando llegas a Yemen lo que más te choca es esa división de sexos tan marcada. A mí me era imposible tener acceso al mundo de las mujeres pero mi mujer, que sí lo tenía, podía verlas luego bailar, fumar o hablar de sexo como cualquier grupo de amigas cuando se quitaban el niqab. A través de ella hice cuatro buenas amigas que me contaron sus vidas», explica Riera sobre el germen de Intisar, una «heroína» sin superpoderes pero «con mucha fuerza» para quien el coche era un reducto de libertad en un país con reglas estrictas para las mujeres.

«El anterior tenía un punto humorístico porque ellas me pidieron por favor que no hiciera un melodrama de la situación de las mujeres árabes. Yo les dije que estaba de acuerdo, aunque tampoco iba a mentir sobre la situación de las mujeres», aclara el autor.

En esta segunda parte Intisar habla desde Jordania, país al que se fue antes de que comenzara la guerra de Yemen, «y con una guerra es mucho más difícil mantener el humor», indica Riera que, ante el conflicto creciente en Yemen, sintió en 2015 que «necesitaba» contar cómo había sido la vida de su protagonista: «Al no poder ir a Yemen fui en 2016 a Jordania, donde vivía una de mis amigas y hablé con otras amigas suyas yemeníes exiliadas. Estuve entrevistándolas pero era después, en esas charlas distendidas cuando íbamos a cenar a Petra o a ver el mar Muerto, donde salían las verdades y de ahí surgió esta segunda parte».

El personaje de Intisar es una mezcla de todas ellas para que no se reconozca a ninguna y todas las anécdotas que se cuentan son reales. «En esta ocasión yo doy un paso atrás y son ellas las que opinan de todo» y, en este contexto, Intisar es ahora «más madura, menos gamberra y divertida que antes, ya que la guerra ha afectado mucho a su vida», señala.

Mujeres modernas

Pedro Riera ha llevado al cómic a una mujer yemení moderna ejemplo de otras muchas «que son a las que tengo acceso, y son las que pueden cambiar el mundo. Aunque la guerra en Yemen no ha terminado, soy muy optimista con las mujeres árabes, son muy fuertes y luchadoras e incluso en la guerra arañan espacios de libertad», indica, tras asegurar no haber tenido ningún problema en meterse en la cabeza de una mujer.

Sagar, el dibujante que ha ilustrado la nueva historia de la anestesista y a cuyo mundo ha dado color, ya que en su primera entrega estaba en blanco y negro, tenía claro que esta segunda parte de Intisar «debía tener independencia de la primera y debía poder leerse también de forma independiente», con lo que Riera estuvo de acuerdo.

Para el ilustrador aragonés, la experiencia «ha sido muy costosa de hacer, por el trabajo intenso que ha supuesto, pero me ha gustado mucho trabajar en este proyecto y estoy muy contento de haberlo hecho con Pedro, que tiene una sensibilidad y una implicación emocional al escribir que no había visto nunca». Ambos están contentos de haber desarrollado la historia de una chica y también destacan la vertiente social y periodística del cómic para hablar de un conflicto olvidado, el yemení, que cuenta con un apéndice explicativo en el libro.

Riera planea escribir una tercera parte esperanzadora contando la vida de Intisar tras la guerra y quiere hacerlo en colaboración con una mujer yemení.